El universo está construido de una manera intrigante. Dentro de él, existe una red neuronal que le da sentido a todo, le da vida y le da dirección. No hay nada que hagas, que el gigante cósmico no sepa. Cada acción libera una reacción, esta se transmite a través de la cósmica red neuronal del universo, y es procesada para que, a modo de recompensa, recibas algo a cambio por tu respectiva acción.
Estas recompensas, no siempre son buenas, ya que varían según el grado y calidad de tus propias acciones. Para verlo de una manera distinta, la red neuronal del universo, funciona como un gigante espejo, este refleja en la medida justa, cada pequeña o gran obra de cada ser, no solo la humana.
Algunos lo llaman fuerza divina, otros los llaman justicia y otros, karma. Sea cual sea el nombre que le pongas, el universo dará una respuesta según sean tus acciones. Algunas tardan en llegar más que otras. Incluso, hay karma secreto, ese que solo quien lo recibe, lo conoce. Por eso, a veces creemos que algunas personas que actúan mal, no reciben su merecido en vida, pero más allá de lo que vemos, escuchamos o sentimos, pasa algo, suceden cosas en su vida privada de las cuales no nos enteramos.
Esa parte secreta que ellos con tanto esmero tratan de ocultar, está plagada de karma, ecos del universo gritando justicia por cada mala acción cometida. Del mismo modo, sucede con las buenas acciones, pues aquellos que obran bien, con una intención pura, tienen los mejores reflejos del universo en su vida… Y tú ¿Has sido testigo del karma? ¿Cómo ha afectado en tu vida?