Terminar una relación no es un asunto sencillo de manejar y más aún cuando se trata de tu primer gran amor, pero hay situaciones en la vida de las cuales no podemos escapar y si no queda otro remedio pues, ¡Hay que hacerlo! Sin importar el dolor, la vida sigue y todo continúa.
A continuación te traemos algunos consejos útiles para que te armes de valor y puedas decirle adiós a tu gran amor sin morir en el intento.
–Consejo #1: Medita muy bien las razones por las que debes terminar tu relación.
Si te encuentras en una situación de abuso y has agotado todas las alternativas posibles para el diálogo y la concordia, pues me temo que no tienes otra opción más que cortar tu pareja. Es importante que la razón que te motive sea de peso suficiente para no dar un paso en falso que implique un arrepentimiento posterior.
–Consejo #2: Llora todo lo que tengas que llorar.
Es comprensible y normal que te sientas triste y deprimido/a por lo que está a punto de suceder, pero debes estar consciente de que es un paso necesario en pro del bienestar de los dos. Antes de decirle adiós, descárgate y llora lo que sea necesario; en poco tiempo, recuperarás la cordura.
–Consejo #3: Piensa y anota todo lo que le dirás.
Es importarte tener las ideas claras acerca del discurso que seguirás al momento de romper con tu pareja. Te recomendamos elegir palabras adecuadas que no puedan herir susceptibilidades y que no empeoren más aún la situación. No olvides mantener el respeto y el decoro en todo momento, sin importar la reacción de tu cónyuge.
–Consejo #4: Busca una actividad posterior al encuentro y rompe el contacto totalmente.
Coordina con algún ser querido un encuentro posterior a la ruptura para desahogarte y tomar un respiro de las emociones que están a flor de piel. Te sugerimos realizar una actividad que te relaje y te sirva como distractor, tales como una ida al cine, escuchar música, etc.; del mismo modo, debes romper contacto totalmente con tu ex pareja de aquí en adelante.
–Consejo #5: Busca apoyo psicológico profesional de inmediato.
Algunas personas pueden sobrellevar mejor los duelos que otras; sin embargo, nunca está de más tener el acompañamiento adecuado con el fin de evitar acciones perjudiciales en el futuro y que el duelo pueda sanar de la forma más saludable posible.