En un día normal podemos llegar a tener miles y miles de pensamientos de todo tipo. Nuestra mente es un espacio libre y fructífero por el que pasa un sinnúmero de experiencias en forma de sonidos, aromas, imágenes, letras y demás. Algunas de ellas pasan de largo y otras nos pueden llegar a marcar por el resto de nuestras vidas.
Muchas veces subestimamos el efecto que estos pensamientos pueden causar sobre nuestra vida, pues creemos que sólo quedan en nuestra cabeza y de ninguna manera afectan nuestra conducta. Si bien es posible que algunos de ellos lleguen tan rápido como se van, otros se quedan dando vueltas un buen rato y condicionan la manera en que nos manejamos.
Es así que siempre piensas hacia lo negativo, tu vida girará en torno a ellos y tus acciones así lo demostrarán a través de las consecuencias que tendrás que asumir. En ocasiones es normal que tengamos emociones negativas ante eventos francamente desagradables, pero está en nosotros decidir si quedarnos allí adheridos a lo que nos hace daño o resolvemos seguir adelante.
Si te encuentras atravesando por una racha de pensamientos tóxicos y no sabes cómo salir de ellos, a continuación te dejo unos cuantos tips:
#1 No te victimices
Todo lo que te ocurre de una u otra manera, aunque cueste entenderlo, es resultado de nuestras decisiones. Por más que a nuestro alrededor ocurran situaciones negativas, siempre tendremos la oportunidad de escoger la manera en que interpretaremos los sucesos.
#2 La realidad es lo que es
Por más doloroso que sea, nuestras fantasías nos alejan de la realidad y no nos permiten asumir lo que ocurre de manera adecuada. Hay cosas que simplemente no se pueden cambiar, así que enfoquémonos en las que sí pueden ser modificadas
#3 Valórate equilibradamente
Así como tienes defectos que te ha costado sobrellevar, también estás plena de cualidades que te configuran como ese ser especial que eres. Lo que muchos tienen hoy es resultado de su esfuerzo, así que tú también puedes alcanzar tus metas.
#4 “Don’t worry, be happy…”
Así reza una famosa canción, muy alegre por cierto, y significa “No te preocupes, sé feliz…” Es así que una de las maneras de sacudirte esos pensamientos dañinos es, en vez de preocuparte, ¡ocúpate! Y date el permiso de ser feliz de todas las maneras que se te ocurran
#5 Dale la vuelta a tu pasado
Recordar no es malo, pero cuando te vuelcas hacia lo malo o te quedas adherida a lo bueno como si el futuro no valiese la pena corres el peligro de dañar tu día. Busca conectar con el hecho de que hoy eres resultado de eso que ya pasó y que rememorar lo bonito te permite valorar las oportunidades que has tenido de ser feliz.
Por más que fantaseemos con que los pensamientos negativos dejarán de afectarnos por siempre, la verdad es que no es así. Sin embargo, aunque no podamos evitar que aparezcan sí podemos controlar el poder que les damos.