Este síndrome es exclusivo de las mujeres, y se basa en la forma en que ellas ven a su pareja como si se tratase de un niño o hijo. No debe confundir con la colopatía, pero posee algunos rasgos parecidos, como, por ejemplo: La excesiva vigilancia, la sobreprotección y la constante lucha por resultar agradable para la pareja.
La mujer puede renunciar por completo a su propia satisfacción personal para atender al de la pareja, y no solo en el ámbito personal, sino también en el sexual. Se considera un tipo de trastorno propio del enamoramiento, es decir, que no llega a catalogarse como amor.
Las mujeres con síndrome de Wendy, suelen presentar ciertas características comunes dentro y fuera de la relación, como el cuidado, limpieza y organización excesiva de su entorno. También buscan encargarse de la manutención y el cuidado de la salud de sus parejas, siendo capaz de enojarse y armar grandes berrinches en caso de que dicha pareja decida tomar las riendas de su propia vida.
Este síndrome, más que buscar la complacencia del otro, lo que intenta es conseguir el sometimiento por adulación excesiva. Lo que satisface a la mujer que sufre este trastorno, es llevar el control de la vida de su pareja.
Esto no es un síndrome peligroso en comparación a la colopatía y la obsesión, sin embargo, presenta cuadros parecidos a los síntomas de estas dos últimas enfermedades que llevan a cualquier relación a la toxicidad, garantizando así, una de las peores experiencias amorosas que puedas tener con alguien.