El rencor es el odio que sentimos, no por alguien directamente, sino por la imagen que esa persona ha dejado dentro de nosotros. Sumergirse en el odio no alimenta ningún buen aspecto de la vida. Por otra parte, habrá personas que digan: “El rencor me ayuda a evitar que me lastimen de nuevo”, y si bien es cierto, también lo es el hecho de que puedes evitar que te lastimen avanzando hacia un estado de indiferencia y aceptación, pero, la vía fácil en este caso, el odio.
Estos pasos para superar el sentimiento, son solo para gente que puede denominarse valerosa y fuerte, pues no es fácil aceptarlos, sin embargo, al hacerlo, no solo sanaremos el odio, sino que también borraremos la imagen que dejó nuestra pareja, en el corazón.
- Sin venganza: Uno de los principales detonantes del rencor, es el deseo de la venganza. Hacer daño a nuestras ex parejas, es uno de los actos más inmaduros que hay. Es colocarse a la par de quien te hizo daño y, en definitiva, convertirte en lo mismo que él o ella. La venganza es el arma de los débiles, aquellos que no aceptan que todo llega a su final. Reconocer que hay un deseo por lastimar a nuestros ex, nos ayuda a meditar sobre las consecuencias internas que puede tener dicha acción sobre nosotros mismos.
- Aceptación: Los filósofos concuerdan en que, aceptar lo malo, es un acto de valentía, pero aceptar nuestros defectos, es un acto de heroísmo. El rencor es un síntoma de dos grandes defectos, la debilidad y cobardía. No aceptar que lo que había entre tú y tu ex se acabó, es debilidad y pensar que la venganza o el odio hacia él, te puede hacer más fuerte, es cobardía. Aceptar que posees dos grandes defectos en este aspecto, te ayuda a afrontarlos, porque la mayoría de los rencorosos, lo son dentro de su propia ignorancia. A veces, solo es cuestión de que alguien te muestre las costuras de cómo está cocido el mundo.
- Encáralo: Difícil, muy difícil, lo sé. Pero encarar a tu ex con una “última charla definitiva”, ayuda a que enfrentemos los fantasmas del pasado. Esto no es una discusión, sino un desahogo. Escribe una lista de todas las cosas que siempre le quisiste decir, tanto las buenas como las malas, y dásela o, preferiblemente, díctasela. Esto hará sacar todo el odio dentro de ti, y no solo eso, te ayudará a despejarte de aquellos sentimientos que hacían aferrarte al pasado.
- Mira el panorama completo: Por último, una de las mayores razones del rencor, yace en nuestra ceguera temporal. El odio, nos venda los ojos y nos impide ver lo que tenemos al frente. Quítate la venda haciendo cualquier cosa que mejore tu vida personal y profesional, ocupa tu mente en actividades y aplica los tres consejos anteriores. Juntos, te ayudarán a ver que el futuro que tienes, es mejor que el pasado que ya no posees.
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