Las crisis de parejas son una de las enfermedades de las relaciones, y, como la mayoría de las enfermedades, esta tiene su cura. Todas las parejas pasan por una crisis, de mayor o menor grado, y la acumulación de ellas puede socavar el sentimiento hasta llevar a la ruptura. Si amas de verdad a tu pareja, mantener la saludo dentro de la relación, es primordial.
Aprender del pasado con vistas hacia el futuro, es una de las mejores curas de las crisis. Aprender del “por qué pasó lo que pasó”, nos ayuda a reforzar los soportes donde se mantiene en pie la relación. Si peleamos con nuestra pareja, y no logramos superarlo, el problema no es la pelea, el problema es nuestra falta de capacidad para aceptar, que las peleas son parte natural entre la convivencia de dos personas.
Por otra parte, luego de una crisis, es importante sentarse a solas y meditar sobre las decisiones que se tomarán a partir de ahí. Si comenzamos a lanzar decisiones dentro de nuestro sentimiento de tristeza y rabia, muy probablemente hagamos algo de lo que nos vayamos a arrepentir.
La euforia ciega a las personas, y el perdón les quita la venda. Hay que estar conscientes, que algunos motivos de las crisis, simplemente no tienen remedio, como un fuerte desengaño amoroso. Es decir, no todas las enfermedades tienen cura.
Pero si el problema surgió por un mal entendido, una mala decisión inocente y cosas de ese estilo, entonces preguntante, ¿Es necesario tirar todo lo que se ha construido en nombre del amor, solo porque el otro, cometió un error tonto?