Una vez que inicias una relación estable, te comprometes de manera implícita a relacionarte, también, con la familia de tu chico. Se trata de un terreno complejo, lleno tanto de aciertos como de vicisitudes. El mínimo error puede traer un estallido del que luego no podrás recuperarte.
Si bien es cierto que con quien tienes la relación es con el chico y no con los demás, si no mantienes relaciones cordiales al menos con sus padres tu estabilidad de pareja puede verse afectada.
Es probable que intentes ser agradable, incluso abandonar quien eres para poder caer bien y llevar las cosas de manera natural. Sin embargo, por más esfuerzo que hagas si ves que no puedes ser más la chica con buenas intenciones y te provoca lanzar todo por la borda, te aconsejo pruebes estos consejos antes de abandonarlo todo:
#1 1, 2, 3… 10
Cuando surja algo complicado de manejar, lo mejor es apartarte hacia un lugar tranquilo, respirar profundamente y meditar durante unos segundos antes de ofrecer tus argumentos.
#2 Ponte en su lugar
Por más difícil que se vea, y más en momentos de crisis, debemos tener empatía. Piensa un poco en lo que puede estar llevando a esa persona a tomar esas actitudes contigo para que puedas ver el problema desde otra perspectiva.
#3 A veces eres tú, a veces yo
Es muy fácil culpar al otro, pero cuando se trata de nosotros la cosa se complica un poco. Pregúntate si en vez de ser tu suegra, eres tú quien causa la tensión.
#4 Evita las peleas
Por más que quieres responder ese comentario grosero que te hizo tu suegro, lo peor que puedes hacer es seguirle el juego. Lo mejor que puedes hacer es poner límites de manera respetuosa para evitar alargar el conflicto más de la cuenta.
#5 Deja que las malas opiniones te resbalen como jabón
Si hacen una sugerencia que te ayude a crecer, escúchala. Si lo que buscan es destruirte, sonríe amablemente y no prestes atención.
Recuerda que cada dinámica familiar es distinta, y que él también tiene que lidiar con tu familia…