Siempre, lo que nos ayudará a mantener una relación sana con las demás personas será la comunicación, y esto aplica en la vida en general, tanto en relaciones familiares, sociales, con nuestros amigos, y por supuesto, en las relaciones de pareja.

A nivel de pareja, puede ser mucho más complicada la situación, pues no hay un manual que asegure cómo mantener la relación en su mejor punto para siempre, no hay una fórmula exacta para el amor, pues cada persona es un mundo y por eso el mejor consejo es hacer siempre lo que cada pareja considere que les haga feliz a ambos.
La clave es buscar las mismas metas, compartir perspectivas de vida y valores, aunque cada uno tenga su forma de ser. Es por ello, que, en el presente artículo, presentamos una pequeña evaluación para saber como esta nuestra relación de pareja, para ello debemos:
- Hablar sobre lo que nuestra pareja ha aprendido de nosotros: Todos tenemos algo bueno que aportar a la vida del otro y cuando la pareja lo reconoce es como si hiciera un depósito enorme a la cuenta del amor que comparten. Y es que, aunque cada uno tenga su forma de ser, la convivencia diaria nos hace ver cosas del otro que mejoran la vida en general y nuestra relación no solo con él sino con todos.
- Hablar sobre lo que hemos aprendido de nuestra pareja: Tal como en el punto anterior, así como nuestra pareja ha reconocido lo que aportamos, hay que reconocer lo que él ha aportado a nuestra vida. Los pequeños detalles cuentan mucho, así que no dejemos de recordar esto para animarle a que no se canse, para hacerle saber que todo esfuerzo cuenta.

- Hablar de lo que se ha aprendido en la relación: Con todo lo que se ha vivido, lo bueno y lo malo la relación ha evolucionado, se han encontrado nuevas formas de afrontar los retos de la vida, de educar mejor a los hijos, si estos ha de existir, de cómo balancear trabajo y familia, cómo cuidar su economía.
Ambos deben reconocer los avances, no hay parejas perfectas, pero sí parejas que trabajan para que las cosas sean lo mejor posible, considerando su entorno, sus recursos, su bienestar emocional. Hay algo que puede detonar cambios en la relación y si son para bien, vale la pena reconocerlos.
- Hablar de las incomodidades, y sugerir opciones: No se trata de atacarse sino de decir qué nos incomodó y qué nos hubiera gustado que la pareja hiciera.
Es una forma de conocernos y cuidarnos mejor, de mostrar respeto, interés y mucho amor. No hay límites para los temas, se trata de hablar de todo para que la relación no tenga huecos o puertas abiertas a emociones negativas.

Recordemos que la fortaleza de una pareja radica en su habilidad de comunicarse, escucharse y entenderse, el amor es voluntad, reconocimiento y respeto propio y mutuo.