En algún momento, a todas las personas se nos ha pasado por la mente salir corriendo y estar en un lugar donde no nos sintamos responsables de nada y nos alejemos de todo, pues a veces sentimos que el peso que llevamos encima es incluso mayor a la fuerza que nos acompaña a resistirlo.
Y cuando hablamos de peso, no nos referimos precisamente a uno físico, sino a toda esa carga emocional, al estrés diario, a problemas cotidianos, laborales e incluso personales. En fin, simplemente que ya no podemos más y pensamos que todo se nos está viniendo encima.
Pero, a pesar, de que podamos pensar o sentirnos cobardes por querer huir, esta sensación es más normal de lo que creemos, solo estamos pasando por un colapso nervioso.
Sufrir un colapso nervioso puede llevarse nuestro bienestar mental y ponernos al límite, es decir, esa tranquilidad y paz que son fundamentales día a día, por lo que es ideal saber identificarlo a tiempo, para saber cuándo debemos ayuda o hacer algo al respecto.
Por esta razón, presentamos cinco (5) señales para identificar si se está siendo víctima de una crisis nerviosa:
- Sentir que se está totalmente fuera de balance: Si es muy frecuente que nuestros ánimos se encuentren “apagados”, es posible que haya un problema mayor que nos está afectando y obstruyendo en nuestro balance mental, físico y espiritual.
Hay que recordar que estar en desequilibrio afectará todas las áreas importantes de nuestra vida: relaciones, trabajo, salud y familia.
- El cuidado personal no importa: Cuando olvidamos nuestras tareas básicas, como las de higiene y vernos bien es señal de que probablemente estemos atravesando un colapso nervioso. Si esto sucede, para combatirlo el cuidado personal es lo primero que debemos tomar en cuenta, pues vernos bien físicamente será de gran ayuda para solucionar el proceso.
- Se perdió la alegría: Si sentimos que ya no tiene sentido ver el lado bueno de las cosas, hay un problema. El cómo nos sentimos dependen mucho de nosotros, por lo que debemos levantarnos, sonreír, y no dejar que unos malos días se apoderen de nosotros.
- El cuerpo está hablando: Si el cuerpo ya se está manifestando con problemas físicos también es señal de que probablemente se esté siendo víctima de una crisis nerviosa.
Es decir, ese estrés acumulado a menudo se convierte en diversas enfermedades como ataques de pánico, depresión, cambios de humor, falta de apetito, músculos tensos, alteración del sueño, entre otras.
- Hay pensamientos de autolesión: Si existen pensamientos en donde se provoque agredirse a uno mismo, definitivamente hay un problema grave.
Tener en mente que una crisis nerviosa puede parecer algo muy sencillo de tratar, y lo es, siempre y cuando se esté dispuesto a salir de ella y contar con el apoyo de familiares y amigos.