Cada vez que estés desilusionada del mundo y sientas que nada vale, cada vez que intentes refugiarte en ese hombre que no te valora como mujer, recuerda que debes conectarte con tu propia luz para ser feliz.
En esos momentos de desasosiego y tristeza, en esos instantes en lo que sientes que todo te sale mal y nada tiene remedio, no olvides que tienes la capacidad de brillar por ti misma y no necesitas a alguien más para hacerlo.
Alguna vez te has preguntado “¿Por qué estoy viva?”; si no lo has hecho, la respuesta es porque eres un ser de luz y debes proyectar al mundo toda tu maravillosa existencia.
No trates de brillar por alguien que solamente te busca por tu cuerpo o para no sentirse solo. Búscate a alguien que te empuje a brillar por ti misma y que también pueda brillar por su cuenta, sin opacarte.
El amor propio surge cuando tenemos esa capacidad de reconocer lo que realmente somos y lo que valemos, ¿Cómo puedes buscar en alguien más lo que se te ha perdido? Todo se encuentra dentro de ti, todas las respuestas…
Ningún hombre podrá darte lo que ya tienes de forma innata, así que a secarse esas lágrimas y a pintarse de alegría, porque la luz significa sentir la gracia del universo y agradecer al ser supremo por la sublime experiencia de estar viva.