Según un estudio publicado en la revista Time, este género puede traer enormes beneficios a la salud. Dicha investigación se centró en analizar el ritmo cardíaco y los niveles de oxígeno.
Tras ver El Resplandor, por ejemplo consume 184 calorías, casi lo mismo que una caminata de 40 minutos. Mientras que con películas como Tiburón o El exorcista las personas quemaron 161 y 158 calorías, respectivamente.
Por tanto, ver películas de terror puede ser tan bueno como hacer ejercicios en la quema de calorías. Además, se registra un aumento en la producción de adrenalina.
Ver las películas genera lo que se conoce como “estrés positivo”, que al contrario del negativo es grandioso para nuestro sistema inmune. Tras una experiencia de miedo controlada como la que ofrecen las películas, las personas se pueden sentir menos ansiosas y más felices.
Claro que todos estos efectos, se logran porque la persona está dispuesta de ver una película de terror. Por lo tanto si no te gusta este género, no te beneficiará en nada.