Uno de los sentimientos más bonitos que nacen de forma natural es el amor, enamorándonos de la persona que menos nos esperamos. Cuando eso pasa, siempre nos viene a la cabeza ¿Por qué nos enamoramos?, eso nos puede ayudar a poder reflexionar sobre lo que sentimos. Todo el mundo se ha enamorado alguna vez en la vida.
Puede ser que haya ocurrido por una química que compartan o por afinidad. Al despertar esa pasión nuestras neuronas envían millones de descargas eléctricas al cerebro cada segundo y una serie de sustancias químicas que son liberadas en el interior de nuestro organismo que nos provoca un bienestar y placer. Al enamorarnos, se activa ciertos sistemas neuronales y se desactivan otros que nos provocan emociones negativas. Por eso decimos que nos encontramos más felices cuando nos enamoramos.
Se desarrolla distintas formas de amor, surgiendo amor por pretender a una determinada cultura. Este enamoramiento cobrará una forma particular para una determinada sociedad, con un tiempo determinado y en un lugar específico. Dándonos a entender que nosotros nos enamoraríamos de alguien que cumpla con las características estéticas, morales y de complementariedad sociocultural que son parecidas a las nuestras.
La mitología griega nos dice que el amor puede encontrarse en cualquier lugar y que es libre. Cupido es un inquieto niño con alas y ojos vendados, que hace de las suyas al dispararnos con sus flechas y provocar ese romance entre dos personas. Siendo esta la idea que influye en las relaciones. Los motivos por los cuales nos enamoramos, se encontraría en nuestro interior, siendo algo que nosotros no somos capaces de ver, nace de forma involuntaria.
Algunas piensan que el amor sólo es cuestión de fe, pero no de fe religiosa, sino en relación a una confianza en que algo especial del otro te ha conmovido y te ha hecho sentir en lo más profundo de tu ser. Por otro lado, es posible encontrar a tu media naranja. Diciéndonos que todos estamos destinos a encontrar a alguien que complemente el amor que sentimos, siendo un amor perfecto.
Finalmente, la última teoría es que nos enamoramos por espejismo, es decir que nos enamoramos de la persona que se parecen más a nosotros o que representan a ese ser que aspiramos ser.