Que alguien te dedique su tiempo es el mejor regalo que te puede dar, pues es algo que nunca recuperará. No valorar el tiempo que te dedican es una mala costumbre que se da mucho más ahora con el avance de la tecnología y demás factores que impiden poder disfrutar de una buena conversación, un abrazo, una sonrisa, un cómo te encuentras, un “lo hago porque sé que te gustaría” o simplemente un gesto de acompañamiento. Hay miles de actos diarios de las personas que nos rodean que no valoramos. La grandeza de las personas está en esos detalles de pequeño tamaño, pero de grandes efectos y afectos.
El gran valor del tiempo
¿Qué es un día, un minuto para ti? ¿qué significa tu tiempo? Aunque no lo creas, un minuto puede ser suficiente para dejar una huella imborrable en el corazón de otra persona. Sé consciente del momento presente y aprovéchalo con las personas que deseas y de la manera que gustes, valorando también la dedicación hacia ti de los otros. El dinero perdido puede recuperarse, el tiempo, no. No desperdicies ni gastes el tiempo en lamentarte por no haberlo sabido aprovechar en su momento. A partir de ahora, aprovéchalo y valóralo como unos de bienes más preciados que existe.
El tiempo no se exige, se elige
Hay personas que ven como obligación lo que en realidad es una elección por parte de los otros. Hay para quien el tiempo de los demás pasa desapercibido, quien lo valora como si fuera un tesoro y quien lo exige al otro, como si fuera suyo. Nosotros somos libres de decidir a quién y cómo dedicar nuestro tiempo. No olvidemos que los minutos, horas y segundos son fragmentos de nuestra vida y nadie tiene potestad para decidir libremente sobre ellos. Una forma de decir te quiero, me importas es dedicarle parte de tu tiempo a esa persona que quieres y vale mucho más que algo material. Dedicar tiempo es dedicar vida. Por eso, ni debemos exigir a los demás parte de su tiempo, ni tenemos que mendigarlo a quien solo piensa en sí mismo. El tiempo no se compra, no se intercambia ni se vende. Pasar tiempo con el otro es una elección que nace desde el corazón.
El tiempo es el mayor regalo que existe
Valora a quien sin ningún interés te escucha, te habla, te hace un favor a quien se acuerda de ti y te acompaña en los momentos que necesitas y que no también. Agradéceselo porque además el tiempo ofrece la posibilidad de forjar recuerdos que despertarán más adelante sentimientos de alegría, nostalgia y aprecio. Si traduces los ratos que los demás pasan contigo en el lenguaje afectivo comprenderás que hay más te quieros y me importas de los que esperabas. Por eso, valora cada segundo con ganas que los demás te dedican, porque en buena medida te están ofreciendo el mayor regalo que existe: parte de su vida. Fuente: La mente es maravillosa