A veces resulta complicado mantener nuestro compromiso de amor por una pareja con quien se hace cada vez más difícil llegar a donde queremos estar en cuanto relaciones sentimentales. Sentimos en algún momento que no podemos dar más, que lo mejor es acabar con la relación y muchas veces decantamos por esa opción.
Esto puede resultar aún más complicado cuando se presentan frente a nosotros opciones para establecer relaciones que prometen ser diferentes, que pueden llamarnos la atención y hacernos inclusive emocionar en relación a la posibilidad de un recomienzo a nivel sentimental.
Evidentemente esto es muy riesgoso para la pareja que viene fracturando su relación, las opciones son: se mantiene la relación fracturada hasta que ya no de más y se cierra la posibilidad de otras oportunidades, se crean relaciones paralelas, se termina la relación en curso y se da entrada a alguna nueva persona, finaliza la relación y se mantienen las puertas cerradas a cualquier otro amor por los momentos.
La más conveniente pareciese ser la de cerrar ciclos con quien ya nos sentimos poder continuar y atravesar un proceso individual que nos permita evaluar nuestros aciertos y desaciertos en la relación, evaluar nuestro crecimiento y nuestra cuota de responsabilidad en el deterioro de la relación y luego de haber puesto todo en perspectiva, considerar entablar cualquier tipo de relación amorosa.
Sin embargo, cualquier opción es posible, unas con conveniencias unilaterales, otras con más daños colaterales. La menos respetuosa para todos los involucrados es continuar con la relación que viene en picada y darle entrada a nuestras vidas a alguien más. Esto no solo nos hace quedar mal, nos hace sentirnos mal, porque sencillamente se está actuando desde la comodidad, desde el miedo o desde la lástima y cualquiera de estos impulsos no genera resultados positivos.
Una vez que una relación está deteriorada, es más sencillo establecer comparaciones que desfavorezcan la relación actual, es más sencillo ver los errores en la pareja, es más fácil imaginarse sin esa persona. Pero debemos ser cuidadosos, porque las ilusiones por lo general son pasajeras, mientras que el amor, cuando aún está presente, puede sobrepasar muchas barreras.
Evidentemente tenemos que definir qué tipo de relación queremos, siendo lo más honestos posibles con nosotros mismos y con las personas que se relacionan a nosotros. Siempre tendremos posibilidades de vernos atraídos por alguien, por querer conocer otro tipo de relación, en fin por vivir diferentes experiencias. Pero en el amor y en nuestra cultura, sin que represente un sacrificio, el compromiso hacia una persona debe estar presente y en el mejor escenario tratar de sostener una relación en el tiempo, lo cual requiere madurez, disposición, inteligencia y sobre todo amor.
No saquemos de nuestras vidas o generemos heridas en quienes hemos amado y nos han amado por una tercera persona, aclaremos la situación, nuestra mente y nuestros sentimientos sin intervenciones externas y una vez resulta, tomemos las medidas necesarias para estar donde queremos estar.
Fuente: Rincón del tibet