Amar no es solo un detalle, un beso y un “te quiero”. Amar es una decisión, una elección de vida y algo que se siente de manera inexplicable.
Esas ganas de querer ser mejor por otra persona, de salir de nuestra burbuja de conformidad, de explorar nuevos mundos y atreverse a asumir desafíos, son sensaciones que surgen por sí solas, productos del amor.
El amor forzado es muy fácil conseguirlo. Son cada vez más las personas que, por miedo a estar solas, a cualquier persona llaman amor. Hay que cuidarse de ellos, porque el falso amor se convierte en decepción tarde o temprano.
Cuando alguien te ama de verdad, se nota, pero cuando no, se nota aún más. No perdamos el tiempo detrás de personas que solo buscan llenar el vacío emocional producto de la falta de amor propio. Si alguien quiere amarnos, que se amen a sí mismos primero, porque para que el amor se sienta de verdad, tiene que nacer de adentro, de las entrañas, del deseo y de las ganas de hacer feliz al otro. De lo contrario, el amor no se siente.