¿Qué opinas tú del amor a distancia? Bueno, es un tema relativo. Hay personas a las que les va maravillosamente bien, y hay otras que simplemente fracasan de una manera trágica, como yo, sí, el que escribe esto. Supondrás, “bueno, quizás él me vaya hablar mal de esto, pero yo tengo fe en mi relación a distancia”. Y no, no exactamente. No estaría escribiendo aquí, para Utópico, si no tuviese una visión objetiva de la vida, por lo cual, te diré lo que significa tener un amor a distancia, teniendo en cuenta tanto lo bueno, como lo malo, para que te hagas una idea de cómo afrontarlo y sacarlo adelante.
Los amores a distancia, son por muchos, las relaciones donde el amor verdadero se pone más a prueba. Está basado en la plena confianza en el otro, en la entrega y el sacrificio verdadero. Los tres ingredientes fundamentales para que un amor funcione, son esos, y los amores a distancia se esfuerzan en ponerlos en práctica, con una razón muy lógica: No están atados a encuentros carnales, están privados de la satisfacción del deseo y eso hace que, lo único que mantenga en pie una relación a distancia, sea el amor verdadero.
Bonito ¿No? En teoría debería ser así, y pudiese mantenerse hasta el punto en que dos personas puedan al fin encontrarse, ¡Y todo bien! Sin problemas. Hubo un gran esfuerzo mutuo y ahora es tiempo de disfrutarlo, vivirlo y amarse con aún más intensidad.
Pero, acá viene el pero que odiamos todos… Pero ¿Qué pasa cuando uno de los dos engaña al otro? Lamentablemente, así como este tipo de amores suelen ser los más sinceros, también son los más propensos a desarrollarse sobre un engaño. Esa incapacidad de cumplir con el deseo, con lo carnal, empujará a ambos, o uno de los dos, a buscar satisfacer dicha necesidad en alguien cerca.
No es un tema de debilidad, es un tema de que simplemente somos seres humanos. Pero no lo justifico, lo que está mal no es sentir deseo por una persona cercana durante la relación a distancia, lo que está mal en realidad, es no ser honesto con tu pareja, y afrontar el hecho de que no puedes seguir con una relación porque simplemente tu carácter al amar, no es tan fuerte como creías.
Me hubiese encantado saber esto hace unos años atrás, y así hubiese afrontado el engaño de mi pareja con más madurez y fuerza. Pero heme aquí, aconsejándoles a ustedes que, no se rindan, luchen hasta que su cuerpo y mente aguante. Apóyense de ese amor que se tienen y nunca, pero nunca, abusen de la fe y la confianza que el otro, tiene depositadas en ustedes, aun estando a miles de kilómetros de distancia. Se despide por hoy, su humilde escritor, Ángel.