En el momento en que decidimos soltar algo de manera consciente, lo cual representa el primer paso para un proceso en el que te desprendes y, posteriormente, sanas, es porque nuestros ojos están abiertos para vernos a través de una mirada muchísimo más compasiva y dejar de lastimarnos con aquello a lo cual tenemos un sentido de pertenencia, es al final la mejor alternativa.
A este punto podemos llegar a través de varias vías, ya sea el dolor, el tiempo, cansancio o simplemente el amor propio. Este último puede ir de la mano con cualquiera de las vías ya mencionadas y puede resultar el impulso determinante para relajar cualquier para de nosotros mismos, el cual haya retenido cualquier cosa que nos haya generado cualquier incomodidad.
Una vez que tomamos el camino por el cual nos desprendemos de algo que nos tortura, no importa cómo lo veamos, tal vez como una despedida o como un nuevo comienzo, lo que realmente importa es que es una muestra de amor y respeto hacia nosotros mismos y un entendimiento de todo lo que implica la vida.
A lo largo del tiempo, nos enfrentaremos a diversas situaciones, varias de ellas nos pueden marcar de manera profunda, y otras robarán nuestra atención por muy largos periodos de tiempo. Muchas veces nuestra mente se sentirá cómoda buscando cualquier causa que justifique el no estar del todo bien y aun teniendo muchísimas opciones justo en frente, decantaremos por aquella que se convierta en una limitación para nuestra felicidad.
Esto se debe posiblemente a que nos sentimos mucho más familiarizados con centrarnos en nuestros problemas, que enfocar la atención en lo que realmente nos llena de paz, tranquilidad y satisfacción. Nuestra mente puede tender a dirigir su atención a lo que nos mantiene de forma constante buscando una respuesta a algo que llamamos un problema. Lo que no llegamos a entender todavía es que justamente con soltarlo cuando deja de afectarnos, deja de existir.
Hay que entender que una de las maneras que tenemos mucho más firmes y con mayores efectos positivos en nuestras vidas, de amarnos, es liberarnos de todo lo que nos amarre, de lo que nos afecta interiormente, lo que no nos permita evolucionar como personas y esto no es tan fácil, lleva algo de tiempo. Sin embargo, si manejamos mejor la teoría, tendremos mayores herramientas para aplicar en nuestras vidas aquello que sabemos que va a convenirnos.
Debemos hacer las paces con nuestro pasado, no se debe perder el presente arrastrando aquello que no nos deja caminar, que no nos deja expresarnos con libertad, son energías malgastadas, que aparte nos colocan un telón que nos impide poder ver todas las opciones que siempre manejamos.
Si algo no te hace bien o te afecta, déjalo ir y recuerda que tú solo tienes la posibilidad de retener cualquier cosa en tu vida, si te aferras a algo que sea en tus sueños, tus afectos, pasión o propósito.
