El amor es un sentimiento que es puro, sincero y muchas veces puede ser “ciego” ya que vivimos dentro de una burbuja de ilusiones y fantasías donde nos hacen perder la cabeza y mirar todo con buen ojo. Pero, a veces la realidad es totalmente distinta.
Muchas veces esa ceguera nos impide ver el verdadero aspecto de nuestra pareja hasta que ya es muy tarde. La atracción que uno tiene hacia una persona empieza desde muy temprano, muchas veces en la adolescencia; enfrentándonos al desafío de conocer personas con distintas formas de pensar y tener una perspectiva distinta del mundo, eligiendo así quienes serán nuestros amigos y eventualmente eligiendo también quien puede ser nuestra pareja, el acompañante por el resto de nuestras vidas.
Muchas personas utilizan a otros para conseguir lo que quieren
Al manipulador lo puedes descubrir a tiempo, sólo es necesario una buena dosis de madurez y sentido común para salir de una relación que a todas luces sólo te traerá dolor, decepción y muchos sentimientos de rabia al saber que sólo te está utilizando. Muchas veces son los hombres acusados de manipular a las mujeres, sin embargo, existen muchas mujeres manipuladoras que pasan desapercibidas, pero a la larga son descubiertas.
Existen muchas formas de poder utilizar a alguien para sus beneficios personales mientras pretende que está enamorado.
Es fácil encontrar personas inocentes que se creyeron que su pareja los quería, pero al final sólo era engaño. Lamentablemente el manipulador es tan sutil con la persona enamorada, que muy rara vez se llega dar cuenta a tiempo. Es bueno poner mucha atención a lo que nuestra pareja dice, no importa cuánto disimule o pretenda que no nos está utilizando, cualquier cosa que pretenda conseguir será lo que más saldrá a relucir en las conversaciones.
El sexto sentido, el sentido común
Sin poner mucho esfuerzo podríamos aprender a reconocer a una persona que nos utiliza para su beneficio. La clave se encuentra en escucharlo bien y observar muy bien las acciones que hacen, a veces es bueno reventarse esa burbuja de la fantasía para poder ver más allá. Y no dejarnos engañar fácilmente. Haz caso a tus instintos y aléjate de las relaciones que eventualmente sólo acabará provocándote dolor, rabia y hasta vergüenza por haber sido utilizada.