
En la última década se han mostrado avances significativos en los estudios clínicos que buscan resultados positivos en el tratamiento de la depresión y la adicción a fármacos psicodélicos. En los últimos años se descubrió que los hongos alucinógenos pueden reiniciar el cerebro de una persona deprimida, reiniciando la actividad de los circuitos cerebrales que se relacionan con la depresión.
Una serie de investigadores de la Escuela Imperial de Londres trató con un compuesto psicoactivo que se produce en los hongos alucinógenos, llamado psilocibina, a un reducido grupo de personas que padecían de depresión. Antes y después de suministrarles el compuesto, les realizaron estudios para monitorear su actividad cerebral.

Las imágenes que arrojó dicho estudio mostraron cambios en la actividad cerebral relacionada con la depresión del paciente. Además, los participantes declararon haber sentido mejorías en su estado de ánimo, incluso cinco semanas después de haber sido tratados.
El director de investigación sobre psicodélicos y director de este estudio, Dr. Robin Carhart-Harris, declaró: “Hemos mostrado por primera vez claros cambios en la actividad cerebral de personas con depresión que fueron tratadas con psilocibina tras no haber tenido ningún resultado con tratamientos más convencionales”. Agregó también que muchos de los pacientes admitieron haberse sentido reiniciados.
Los investigadores de esta escuela recalcan lo peligroso de que los depresivos se auto mediquen este tipo de psicotrópicos, pues estos resultados se limitan solo al tamaño de su muestra, y admiten que hubo ausencia de un grupo de control conformado por personas a quienes se les haya administrado una sustancia diferente como efecto placebo.

Los efectos de la psilocibina se han visto de una manera similar con la terapia electro convulsiva. Este compuesto puede ser el que les brinde los pacientes depresivos ese pequeño impulso que necesitaban para poder dar un paso adelante con su enfermedad.