Martina Desjarlais, sabe lo importante que resulta mantener ciertas tradiciones vivas. Estas, tienen la finalidad de recordarnos por medio de ciertos actos, de dónde venimos.
Ella es la madre del pequeño niño que baila en Comrose, Canadá. Decidió criar a su par de hijos de tal manera que, las raíces, fueran la base de su educación. Permitiéndoles así, ser parte de su cultura y nunca olvidarla.
Las tradiciones son las que mantienen viva una cultura, estas se trasmiten de generación en generación, por ello, es importante tomarnos enserio la tarea de empapar a nuestros hijos con ellas para que la historia nunca muera.
Albert, el pequeño niño, ha venido aprendiendo la cultura de su nación a través del baile y otras actividades.
Cuando la madre se dio cuenta de lo adorable que se veía en su uniforme, el cual representa a sus antepasados, no dudo en mostrárselo al público y hacer que su hijo fuera, no solo un lindo nené al cual ver bailar, sino un vehículo de la cultura que representan.