Si bien es cierto, la vida es un constante cambio, todo evoluciona a través del tiempo, y las generaciones no son excepción de ello. Pero, si se compara, la generación de hace unos pocos años, con la actual, el cambio que ha surgido, se ha generado de manera drástica, y los resultados son un poco desfavorables.
Y es que, en la actualidad, la mayoría de los jóvenes que comprenden esta juventud son ociosos con el tiempo que tienen, por supuesto que hay excepciones, pero lamentablemente es en una minoría.

Hacer las sencillas tareas del hogar, que por deber le corresponden es todo un sacrificio para ellos, convirtiéndose en una ardua pelea para los padres, estos tratar de llegar a un acuerdo con sus hijos, para que por lo menos cumplan con pequeños deberes que son para beneficio de ellos mismos.
Es común, que, en las conversaciones cotidianas de los padres de hoy en día, se pueda escuchar quejas en cuanto al comportamiento de los hijos. Cuando se entiende que deberían estar llegando a un título escolar, donde las puertas se abren para elegir una profesión y más tarde llegar a la independencia, se ha vuelto algo muy atrasado en los pensamientos de ellos.
Y, cuando se habla de no hacer nada, nos referimos a los jóvenes que ni siquiera levantan la mesa, sacan la basura o tienden la cama.
Ellos optan por colgarse horas en los juegos, o hablando con sus amigos o usando el ordenador, es como que el desinterés los ha invadido.

Pero, este comportamiento se debe a una mezcla entre los padres, la modernidad, la tecnología y todo este panorama que nos envuelve, eso es lo que ha convertido a la mayoría de los jóvenes hoy en día en improductivos.
Los padres, por las obligaciones que tienen a diario, la adrenalina por la cantidad de trabajo y las responsabilidades que emanan del mismo, los supera, por lo que llegar más tarde a cenar a casa por culpa de la reunión que se extendió.
O levantarse antes para poder llegar a tiempo al compromiso contraído, les ha llevado a delegar sus propias responsabilidades, la educación que antes se les daba a los hijos. Y, si a eso se le suma los avances tecnológicos que facilitan la vida hoy en día, se arma el combo perfecto.
Comprarles un celular, no solo les da tranquilidad porque se sienten “seguros”, sino que también les facilita las cosas. Con que el hijo les mande un mensaje a los padres reportándose, en donde esta o lo que está haciendo, mientras ellos siguen con su rutinaria labor.
Y si, con esto se concluye que los padres tienen gran parte de responsabilidad con lo que pasas en la generación de hoy en día, pues ellos son los únicos responsables en la crianza de sus hijos.

Así que padres, no deben quejarse, porque sus hijos sean algo improductivos, tranquilos o perezosos, es parte de lo que ustedes mismos les han ofrecido.