Y llegó a su fin este amor verdadero, sabíamos que iba a pasar pero nadie se encuentra preparado para poder soportar esa situación. Nunca estuve lista para aceptar que tú no ibas a estar junto a mí nunca más. Ni siquiera creía cuando me lo dijiste, aún para mí es muy difícil de poder aceptar esta situación. Aún pienso que es un mal sueño de la cual no despierto.
Te conocí en la secundaria, te convertiste en una persona muy importante para mí. Siempre parábamos juntos, compartiendo momentos inolvidables como un par de amigos. Luego casi al terminar me declaraste tu amor, aceptando yo de inmediatamente. No podía creer que también sintieras lo mismo que yo, fue uno de los momentos mágicos que hemos vivido en toda nuestra vida. Al pasar el tiempo y las distintas carreras que tomamos nos alejó un poco de nuestra relación. Algo que pensé que podía afectarnos, lo bueno de todo esto es que nos unió mucho más y nos enseñó que estábamos destinados a estar siempre juntos.
Salimos adelante, a pesar de todos los problemas que tuvimos pudimos luchar y conservar nuestro amor. Al terminar la universidad nos mudamos juntos a seguir nuestra vida en pareja. Me propusiste matrimonio, pero me dijiste que querías casarte conmigo cuando me encuentre más preparada ya que aún éramos jóvenes y teníamos muchas metas por delante.
Pero jamás pensamos lo que iba a venir a nuestras vidas. Fue un viernes cualquiera, te esperé en la casa con una cena especial sólo porque me apetecía hacerlo. Llegaste tarde y desanimado, un poco desalineado. Me sorprendió verte en ese estado, pensé que habías tenido un mal día en el trabajo o con la familia. Lo malo es que si tuviste un mal día, pero con tu vida.
Ese día te habías sentido mal y te fuiste al doctor de emergencia, te sacaron algunos análisis y te dijeron que tenías un cerebral maligno, que se encontraba en un lugar difícil de operar y como ya se encontraba avanzado no podían hacer nada más que recomendarte quimioterapia, pero no querían darte esperanzas ya no que se encontraba en su última fase.
Fue el peor momento de mi vida, sentí que mi mundo se caía, que todo había terminado. Lo que me gusto de ese momento es que a pesar de que estabas devastado, me dijiste que querías disfrutar los últimos días que le quedaba conmigo, irse de viaje a cualquier lugar, pasar momentos inolvidables. Porque quería irse recordándome y que yo lo tenga en mente como una persona que fue feliz hasta su muerte.
Fueron días maravillosos a su lado, los mejores que tuve en mi vida. Disfrutamos cada momento juntos, nos fuimos de viaje a varios países, gozamos de nuevas culturas, costumbres, de estilos de vida. Que me hicieron ver la vida de una forma distinta, dándome un propósito en la vida y ese era hacerlo feliz hasta el final de sus días. Porque ese era el regalo que me habían dado, de poder gozar todo con mí persona especial, con la persona que amo.
Ahora que no se encuentra conmigo siento su ausencia, me cuesta a veces respirar. Pero como le prometí antes que se vaya, seguiré luchando por vivir, por disfrutar de mis días. Por sentirme bien conmigo misma y proyectarme a nuevas metas, porque algún día pueda encontrar el amor, no que lo reemplace a él sino que me haga vivir nuevas experiencias, nuevas cosas que no pude vivir con mi amor.
Siempre serás el amor de vida, siempre te tendré en mi corazón. Me siento afortunada de haberte tenido en mi vida. Hasta lucho mi querido amor.