Seguramente en algún momento de la relación alguna de las partes ha perdido el interés, ha dejado de querer, y sin darnos cuenta a veces dejamos de lado nuestra dignidad y no permitimos que esa persona se vaya de nuestra vida.
Lo que deberías hacer es con la mayor dignidad posible, cederle el espacio que demanda. En realidad suena sencillo pero no lo es porque esa persona se lleva una parte de nosotros que nos es difícil dejar ir.
De cualquier manera cuando alguien no quiere estar con nosotros se percibe y a distancia, el desinterés se hace presente, las ausencias son frecuentes, cualquier cosa que tenga implícito un “no me importas” es un buen recurso a utilizar y los que están más centrados y tienen mejor dominio de sus herramientas, sin mucho disimulo y sin muchos atajos dan un determinante: “hasta aquí”.
Aprendamos a querernos lo suficiente como para no desear estar al lado de alguien que ya no nos quiere con ellos, que ha dejado de valorarnos y de sentir por nosotros todo lo que anteriormente le pudo haber dado la voluntad para quedarse, para ganarnos cada día más a través de sus acciones, de sus gestos, de sus palabras…
¡Merecemos lo mejor! Mientras no creamos esto pues nos tocará atravesar unas cuantas lecciones, así que tomemos la ruta sencilla y trabajemos en cada una de las cosas que sentimos como limitaciones y cuando las saquemos de nuestra mente, a nuestros corazones solo entrará lo mejor.
Fuente: Mujer