El mundo se divide en tres tipos de personas: Los que creen en el bien, los que creen en el mal y los que creen que estos dos conceptos son relativos.
Más allá de eso, todos tenemos la creencia común de que cada acción, posee un efecto. Sin embargo, quienes hacen el mal, creen la mayoría de las veces que sus actos no tienen repercusiones, y es justo por eso que actúan de dicha manera, pues se sienten en libertad de hacer el mal sin recibir un castigo.
Pues bien, llamémosle Dios, karma, destino o simple “causa y efecto”, pero existe una ley universal en que cada acción cometida tiene un reflejo el cual será parte del pago por tal acción. Lo que hoy siembras, mañana lo cosecharás, por lo tanto, si siembras dolor y maldad, traición y egoísmo, el día de mañana estarás cosechando y recogiendo enemigos y una serie de eventos desafortunados como factura de lo que has decidido entregarles a las personas que te rodean.
Así que, si estás del lado del bien, no te ensucies la bondad deseando el mal a quien te ha hecho daño. Deséale la suerte para que, cuando le toque a él o ella pagar lo que ha hecho, tenga cómo responder. Incluso, quienes parecen siempre salirse con la suya, sufren en silencio y nadie se entera. Recuerda que, porque no lo veas o escuches, no significa que NO está pasando.
Finalmente, existe una leyenda Cherokee que relata bien este asunto de elegir entre el mal y el bien y sus respectivas consecuencias:
Un viejo Cherokee le contó a su nieto sobre una batalla que ocurría dentro de todas las personas. Comenzó a decir:
“Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros”.
“Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
“El otro es Bueno – Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: “Aquél al que tú alimentes.