Muchas veces sentí tu indiferencia, sentí que era la última persona en tu lista de prioridades y por más que intentaba creer lo contrario era muy evidente que no me dabas la suficiente importancia.
Cuántas veces justifiqué tus malos comportamientos, tus críticas convenciéndome que era estrés o preocupación. Pero, ya no hoy elijo “ser mi prioridad y dejar de ser tu opción”.
Elegí ser mi prioridad porque no hay nada más gratificante que quererme, cuidarme, complacerme y hacer lo que deseo, aunque esto implicaba estar sola. Y aunque no parezca eso no era para nada malo sino mucho más gratificante porque comenzaron a llegar nuevas y mejores personas a mi vida. ¡Es tan gratificante comenzar a vivir por ti mismo y dejar de ser el segundo en tu vida!
Acepté que había personas que solo me usaban
Incluso entre la familia y a los que creías amigos existen personas que solo quieren sacar algún beneficio de ti y en vez de recibir apoyo solo encontré críticas y quejas porque creían que estaba siendo egoísta.
Cuando comencé a usar la palabra “no” como respuesta a sus solicitudes más de uno se enojó. No parecían entender mi comportamiento y así me di cuenta que eran una carga en mi vida. A pesar de todo ahora digo “no” cuando lo siento y no presto atención a sus reclamos.
La importancia de reconocer que soy valiosa
La principal razón porque dejé que esto pase, fue por mi inseguridad y creer que no merezco algo mejor que lo que tenía. Cuando decidí ser mi prioridad comencé buscando mis cualidades ye esto abrió otra perspectiva dentro de mí. Comencé a creer que valgo mucho como para aceptar que merezco tan poco. 
Soy mi prioridad y no daré marcha atrás
Es difícil todo este proceso, duele haber perdido a muchas personas que quería, pero luego recuerdo cómo me sentía y veo que ahora soy más feliz. Claro que no todo es perfecto. Pero la vida ya es demasiado compleja por sí misma como para sentir que no soy importante para la persona que está a mi lado.
Fuente: La mente es maravillosa