La persona que siempre están mintiendo necesita de dos cosas: memoria y frialdad emocional. El cerebro de un sujeto mentiroso coloca muchas más vinculaciones entre sus recuerdos y sus ideas.
Esa conexión le deja otorgar consistencia a sus mentiras y un acceso más instante a esas asociaciones. Siempre nos podemos cruzar en nuestra vida con una persona mentira y estas son algunas de las maneras que puedes detectar si ese individuo es uno de ellos.
Punto de referencia:
Primero que todo tenemos que hacer es poder distinguir las actitudes típicas y tics del sujeto, de esta manera no la confundimos con un signo de que está mintiendo. Actos que en algunas personas son cotidianas pueden ser indicios de mentiras en otros.
Descubrir desviaciones:
Si en toda la charla él nos ver a los ojos y ante una pregunta desvía la vista, es una clara señal de sospecha.
Acumulación de gestos:
Observar que se manifiesta distintos gestos en conjunto. Nuestro interlocutor no para de mover los pies, realiza muecas y a la vez se aclara la garganta, son cosas que debes estar alerta.
Parpadeo:
Cuando una persona está mintiendo nos miró a los ojos casi sin parpadear, cuanto culmina la historia genera una descarga de parpadeo reprimido, pestañeará velozmente por varios segundos.
Trabas al relatar:
Un ser que miente empieza a hablar más lento, no terminar las oraciones, baja el tono de voz. Se entorpece su hablar.
Cambiar de tema:
Un sujeto mentiroso se siente totalmente vulnerable e incómodo cuando se encuentra mintiendo. Aunque se le dé excelente de hacerlo, todas las alarmas internas están prendidas y tratara de cambiar el tema rápidamente.
Contar la historia al revés:
Cuando mienten suele narrar la historia con un orden extremadamente estricto para tratar de no cometer ninguna equivocación, ni contradicción.
Desfragmentar la historia:
Al hacerle contar la historia en partes separados sin un orden como tal hace que sea le mucho más complicado el sostener la mentira.