A veces, tenemos actitudes o comportamientos cotidianos que consideramos “normal” e inofensivos, sin embargo, estos podrían fracturar una relación poco a poco. A continuación, te decimos algunas cosas que debes controlar para tener una relación estable:
- La crítica: El estar siempre mencionando las cosas negativas que tiene la pareja hará que te alejes de ella. Lo mejor es reservarte algunas cosas, respetar y sobre todo ser prudente con la forma de actuar y pensar del otro.
- El dominio: Querer imponerse o querer que las personas hagan lo que deseas, es no respetar la voluntad ajena y eso no lo tomará a bien ninguna persona en el mundo. Cada quien es libre de hacer lo que desea.
- El engaño: Ningún tipo de engaño está permitido. No existen mentiras blancas o inofensivas, por más buenas que parezcan tus intenciones debes tener presente que cualquier mentira a la larga siempre se descubre. Llegarás más lejos si siempre dicen las cosas como son, aunque no consigas nada. No tendrás sobre tu conciencia el haber engañado a alguien.
- La falta de sensibilidad: Antes de hablar, dar una opinión o un consejo es importante que escuches con atención y analices lo que vas a decir para que no sea algo de lo que después te puedas arrepentir.
- Dedicar mucho tiempo al trabajo: El exceso de trabajo hará que te pierdas de muchas cosas maravillosas de tu vida personal. Muchas relaciones de pareja se van deteriorando debido a que alguno de los miembros no tiene tiempo para hablar, tener encuentros y divertirse en conjunto.
- Presumir: Al hacerlo estas demostrando una falta de humildad que a la larga hará que los que te rodean te tomen de “fastidioso”. Es bueno que te sientas orgulloso de todo lo que has logrado en la vida y quieras que los demás lo sepan, pero si lo haces en exceso y menospreciando a los demás a la larga te quedarás solo.
- Malos tratos: Ninguna persona tiene el derecho de abusar de los otros, así como tampoco tolerar ningún tipo de abuso. Si te empeñas en humillar a tu pareja, lo único que te espera es su rechazo.
- Victimizarte: Lo único que estás haciendo evidente con esta actitud, es que eres una persona pesimista incapaz de ver las cosas buenas que te presenta la vida. Ser alguien que siempre se está lamentando o echando la culpa a los demás de sus desgracias es alguien que ahuyenta a cualquier persona, por más amor que exista.
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