Cuando terminamos una relación de pareja a la mayoría nos cuesta mucho reconocer y superar este momento. Sentimos muchos emociones y sentimientos negativos que muchas veces no aprendemos a superar pero que es necesario que lo hagamos para mejorar nuestra estado emocional.
Este proceso de superación incluye diferentes etapas que no se dan de forma ordenada, sino que pueden solaparse y mezclarse, pero hay que pasar por ellas para superar el proceso. Estas etapas son:
- Impacto. Cuando llega ese momento nos quedamos en shock. Es un sucedo que no creíamos que podía pasar.
- Negación. No aceptamos que se haya terminado y a veces optamos por rogar a la persona para retomar la relación.
- Tristeza. Nos sentimos vacíos y muchas veces se llega a un punto que termina en depresión y es ahí cuando se vuelve muy recomendable solicitar ayuda de un psicólogo.
- Culpa. Se tiende a pensar qué es lo que se hizo mal, lo que no se hizo, lo que se podría haber hecho distinto para retener a la otra persona… Y se menosprecian las responsabilidades del otro.
- Ira. Hacia la otra persona, aunque también hacia personas ajenas a la relación, como familiares o amigos. Nos percibimos como víctimas que han sufrido una injusticia y sacamos una rabia y rencor exagerados.
- Aceptación. Aceptar que la relación ha terminado es el principio del fin del proceso; nos liberamos de esa relación que ahora ya forma parte del pasado y recuperamos nuestra energía para invertirla en el aquí y ahora.
- Reconstrucción. Cuando dejo de prestar atención y energía en el pasado, empiezo a ocuparme de mí mismo y de mis necesidades y deseos. Como por ejemplo, conocer a alguien y empezar una nueva relación.
Aunque no queramos aceptarlo es necesario pasar por ese proceso pasar por el dolor que nos provoca la ira, la culpa o la tristeza. El proceso no tiene una tiempo determinado. El tiempo según muchos casos que han registrado psicólogos y psicoterapeutas es de tres meses a tres años. Como ves la diferencia del tiempo es abismal. No existe una fórmula mágica, pero sí hay cosas que se pueden hacer y no hacer para que ese proceso no se eternice y no se viva de manera tan intensa.
1. Conoce el duelo romántico y sus etapas.
2. Corta cualquier forma de contacto con la otra persona.
3. No idealices a la persona con cosas que quedaron en el pasado y que ya no son.
4. Ocúpate de tu vida. Sal con tus amigos, asiste a reuniones familiares, etc.
5. Y sobre todo, no pienses que ese dolor será eterno. Date tiempo, no te culpes por tener recuerdos. La duración de un duelo, como ya dije, es muy variada.
Pero yo lo que sí te puedo asegurar es que se sale de ese proceso. Piensa que el mundo está lleno de corazones rotos. Sólo hay que ponerles una tirita… y esperar que sanen.
Fuente: Psicocode