Cuando se fuma o alguien más en casa lo hace, se provocan algunos agravios irremediables en el hogar que tanto atesoramos y también en nuestra mascota.

Afortunadamente, existen tecnologías capaces de ofrecernos lo mismo que el tabaco, pero sin los problemas que éste puede generar a través de la combustión tradicional. En su lugar, lo calientan para inhalar y exhalar sólo vapor (en lugar de humo), evitando el mal olor que éste produce en la casa y las molestias que puede generar en nuestra mascota. Es simple.
- Si se usan cortinas, es probable que se pudran: No es una expresión coloquial, es completamente real. El humo se irá impregnando en ellas y eventualmente, las irá maltratando o deshaciendo.
- Los muebles se pueden hacer frágiles: No importa si son de metal o madera. El humo generado por la combustión puede maltratarlos lentamente y si se tiene mascotas, es probable que, al lamerlos, se dañen más.
- Las almohadas y cobijas son cultivos de bacterias: De por sí, en ellas habitan ácaros molestos, con el humo es probable que se multipliquen y se conviertan en bacterias que, al impregnarse en la cara y cuerpo, provoquen acné o arrugas prematuras, además pueden generar pulgas en las mascotas.

- Hay manchas en las paredes: Eso es algo muy normal y que todos sabemos; sin embargo, el daño va mucho más allá, porque no basta con lavarlas o pintarlas, se necesita una limpieza profunda ya que el humo se adhiere más que la suciedad habitual.
- Hay más exposición al HAT: El Humo Ambiental del Tabaco (HAT, por sus siglas) se refiere a las partículas del tabaco que están en el aire y que afectan directamente a las personas y animales. En la calle no hay forma de evitarlo, pero en casa se concentra en un sitio cerrado sin liberarse por más tiempo, aunque se tengan las ventanas abiertas.
- Las mascotas se convierten en fumador pasivo: Lo hace con el humo, pero las mascotas, mas que todos los perritos, también lamen los muebles, se suben a la cama y juegan en el piso.
En todos esos lugares hay residuos de humo, cenizas y colillas aunque se deposites en un cenicero. Las mascotas pasean en casa sin saber que están expuestas a todo ello, e incluso, son propensas a comer algún residuo de cigarros.

- Los utensilios de cocina se pueden contaminar: Aunque se laven minuciosamente, no hay forma de limpiarlos al 100%. En ellos se mantienen las partículas de la combustión, las cuales se transmiten a los alimentos. De igual forma, se pueden quedar en los recipientes de las mascotas, y por ende, consumen tabaco.