Dicen que es mejor estar solo que mal acompañado, y esta es la frase que suelen utilizar las personas solitarias, esas que saben apreciar una buena compañía, que prefieren estar solos por elección que estar rodeados de muchas personas y aun así sentirse vacíos, y más solos.
Las personas solitarias son personas que prefieren estar sin compañía y lo disfrutan. Tienen amigos, pero solo un pequeño círculo porque son muy selectivos, son muy exigentes y prefieren la calidad por encima que la cantidad.

Por lo general, la gente cree que las personas que eligen estar solas son raras, tristes o inestables. Pero la realidad es que ellos son felices así y no se sienten en soledad.
De hecho, estar en su propia compañía es lo que los hace sentirse plenos. Saben estar consigo mismos, son seguros, reflexivos, más productivos y tienen buena autoestima.
No es habitual que alguien se haga amigo de un solitario, sobre todo porque ellos son muy selectivos con la gente a la que se acercan, pueden establecer conversaciones con muchas personas, ser amables, y tener muchos conocidos, pero solo consideran amigos a muy pocos.
Los rasgos más notables de una persona solitarias son:
- Límites firmes: Un solitario siempre tiene límites firmes. Siempre saben que nunca están solos, incluso si fueran la última persona en el mundo.
Debido a esto, respetan los límites de las otras personas y esperan el mismo respeto a cambio. Si cruzas la línea, te lo harán saber cuanto antes. Piensan que, si no puedes serte fiel a ti mismo, no puedes ser fiel a los demás.

- Lealtad: A diferencia de los que necesitan ser el centro de la reunión, los solitarios no necesitan de atención. Pero una vez que encuentran alguien de quien quieren ser amigos, se convierten en los más leales que puedas encontrar.
Saben lo que valen, y si encuentran que tú también vales, te darán todo cada vez que lo necesites. Esto vale para relaciones, familia, trabajo y amigos.
- Tienen una mente abierta: Solo porque prefieren su propia compañía a la de otros, no significa que sean cerrados ni rígidos. Siempre buscan actividades nuevas y aventuras.
Incluso encontrando cosas nuevas interesantes que hacer, siempre tienen que estar seguros de sus pensamientos antes de compartirlos con las demás.
- Bien centrados: Cuando llega la adversidad y los retos, los solitarios no entran en pánico. La auto reflexión les ha preparado para situaciones como esas. Se pueden sentir estrellados en algunas situaciones, pero, en lugar de distraerse, pasan un tiempo solos para recargar energías.
- Autoconciencia: Aunque pueda verse como una actitud egoísta, los solitarios saben que, si no están bien con ellos, no podrán estar bien con nadie. Por eso, se enfocan en sus sentimientos y emociones, lo que los lleva a tener plena conciencia de sí mismos.
Conocerse bien les permite entender mejor a los que los rodean. Como todas las personas, también tienen períodos de angustia o malestar, pero son capaces de transitarlos con paciencia y aprender la lección.

- Valoran el tiempo: Si algo es extremadamente importante para un solitario, es el tiempo. Respetan y valoran el propio tanto como el de los que los rodean. Son conscientes de que es un bien irrecuperable y, además, necesario para el éxito en la vida. Por eso, lo aprovechan al máximo.
Los comportamientos que derivan de esta cualidad son: no llegar tarde nunca, no hacerle perder el tiempo a nadie, pero tampoco permitirán que lo hagan con el suyo, evitar las trivialidades y la falsedad.