“Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción”.
Joaquín Sabina.
Besa, no importa si es por deseo o por amor, pero besa. Besa con ganas, besa rico y besa hasta que se te acabe el aire. Cada beso que des, serán mil palabras que dediques a quien se lo das, porque bien dijo Neruda, “En un beso sabrás todo lo que he callado”.
No exagero al dramatizar un poco la introducción del artículo. Quien no se emocione con los besos tiene el alma triste, y si es tu caso, entonces presta mucha atención, porque con estos tipos de besos no solo conquistarás a cualquier persona, sino que también revivirás esa parte de tu espíritu que yace dormida.
Besos clásicos: De esos que no pasan de moda, que parecen rutinarios, pero, aunque se den a diario no deja de emocionarnos. ¿Un beso? Si por favor, con caricias incluidas si es posible. Estos besos se deben dar mientras sujetas la mano de tu pareja para agudizar su efecto.
Beso estrella: Es todo lo contrario a un beso clásico. El beso estrella es explícito, y lleva consigo humedad entre lenguas y labios. De aquellos que das en privado porque son tan descontrolados y únicos, que hacen brillar las ganas de desvestir a quien besas.
Beso sin besar: Estos son para darlos ya cuando tu pareja está un poco “emocionada”. Se basa en acercarse lo más posible a su boca, hasta sentir la respiración, pero sin besarle, dejándolo con el deseo de probar, volviéndole frenético y casi al punto de que te suplique que termines con la tortura. Deja que las miradas sean las que se besen.
Beso francés: Pasar de un beso clásico a un beso apasionado requiere su técnica. Comienza con caricias, recuerda que los besos no solo se dan con los labios. Que el primer beso sea un encuentro natural entre ambos, que parezca que están de acuerdos. Besa tranquilamente y juega con el labio inferior, de a poco. Haz que vaya tomando color e incluye algunas mordidas para elevar la temperatura. Luego, has un beso estrella e intercámbialo con besos sin besar, y de nuevo a los besos clásicos. Este beso es una mezcla, una montaña rusa que intenta encender a la pareja de manera lenta pero muy, muy caliente.
Beso explorador: Un beso para pasar al segundo plano del romance. Busca cada lunar en el cuerpo del otro y bésalo, con tus labios y manos. Bésalos despacio, no tengas prisa, que, para una buena noche de intimidad, siempre habrá tiempo de sobra.
¿Y a ti? ¿Cómo te gusta que te besen?