Hay parejas que sencillamente necesita su espacio o en otros casos el amor se culminó. Cuando se llega el fin de una relación lo ideal es aceptarlo y parar de hacernos líos en la mente, puesto a que esas ilusiones de que algo nuevo puede desarrollarse con nuestro viejo amor simplemente finaliza robándote el aliento y te hacen sentir que tu presente está completamente vacío.
Cuéntale a alguien o escríbelo para lograr desahogarte:
La terapia ideal es conversar de lo que sucede o escribir lo que sientes. Esta forma te ayudará a dejar de reprimir tus sentimientos.
No huyas del dolor:
No huyas del sufrimiento, llora todo lo que tengas que llorar, nunca te reprimas. Verás que luego de esa catarsis sentimental te será más fácil superar la separación.
No te tortures:
Quizás puede que no lo odias y es bueno que te quedes con algunos de los mejores detalles, pero ya deja de ver sus fotos y cada detalle que te dio.
Date tiempo para sanar:
Este tiempo es algo tuyo y lo más recomendable que puedes hacer es gozar de las cosas que más te agradan o experimentar nuevas aventuras y desafíos.
Mantente ocupado:
Si piensas en tu pareja, sal a caminar, agarrar un libro, decide hacer algo en tu vida. No te agobies pensando en los mejores momentos que pasaste con tu pareja, disfruta de tu soltería que claramente hace mucho no tenías.