Es normal que las mujeres seamos un poco pudorosas al inicio de la relación con nuestras parejas.
Esto se debe a que aún no hay mucha confianza entre la pareja, no se han terminado de conocer bien, y además te genera inseguridad el qué puede opinar él de tu figura.
Sin embargo, con el pasar del tiempo nos vamos tornando más tranquilas y seguras de mostrarle nuestro cuerpo sin ninguna prenda, hasta llegar al punto de tomarlo como costumbre.
A continuación te traemos 5 fases con las que te podrás identificar:

1-. Fase de inseguridad
Cuando exponemos nuestro cuerpo por vez primera ante los ojos de nuestra pareja, nuestra imaginación evoca los eventos más penosos que podrían suceder.
Esto es algo sumamente normal, debido a la sociedad en la que vivimos, en donde los ideales de un cuerpo perfecto son muy altos, y cualquier detalle en el nuestro nos generará inseguridades, por lo que preferimos mantener la habitación a oscuras.
2-. Fase de impactar
Nosotras aceptamos que nuestro físico no es el mejor, sin embargo si este chico decidió ser nuestra pareja es porque siente una gran atracción y le gusta nuestro cuerpo.
Saber esto hace que desaparezca el temor de mostrarnos ante ellos tal como vinimos al mundo, exhibiéndonos e impactándolos al desnudo en la habitación.

3-. Fase de experimentar
Luego de haber compartido mucho con tu pareja, de familiarizarse el uno al otro con sus cuerpos y aceptarse tal cual son, llega el momento de experimentar y examinar por completo los mismos.
4-. Fase de confortabilidad
Después de todo esto se llega al punto en que el cuerpo de tu pareja ya no esconde ningún secreto para ti, te has familiarizado por completo con el mismo, estar desnudos en la misma habitación se ha convertido en rutina.
Esto genera algo sumamente importante en todas las relaciones: la confortabilidad.

5-. Fase de mucha comodidad
Ha llegado el límite, en el que no sentimos la necesidad de almacenar nada. Llegado este momento ya percibimos a la otra persona como si se tratara de una parte de nosotros. Aun así debemos recordar que no lo son.