Las complicaciones tienen una función positiva. Gracias a la superación de cuyos límites, las parejas son mucho más fuertes. ¿Cuáles son los retos habituales que se generan en las relaciones estables?
- Adaptación al cambio:
Aquellas personan que han compartido toda su vida en común, por ejemplo, viven transformaciones continuas a lo largo de su biografía. Hay momentos significativos, por ejemplo, cuando los dos se jubilan o cuando los hijos se independizan. Las parejas se conocen en un punto de su destino pero este inicio no es definitivo sino que se actualiza a cada rato.
- Conciliación:
La aspiración de conciliar lo laboral con la vida personal es un anhelo muy primordial. Sin embargo, los individuos conviven con la dificultad de hallar un trabajo que propicie este desarrollo personal. Se menciona mucho sobre la conciliación de las parejas que tienen niños, sin embargo, la conciliación es una meta universal. Toda persona quiere gozar de su vida personal sin que el empleo lo ocupe todo.
- Dificultades económicas:
Las facetas profesionales de una pareja pueden variar a lo largo de la vida. Como resultado de este punto se cree que la situación económica de la pareja en el orden de sus gastos y estilo de vida también cambia. El amor no se disminuye a lo económico, sin embargo, el sentimiento se contextualiza en torno a una simple realidad en la que el dinero también es fundamental.
- Superación de crisis:
Las parejas que verdaderamente se quieren afrontan niveles de mucho distanciamiento. La superación de una crisis puede suponer el fortalecimiento de esa conexión al mejorar las capacidades de comunicación, la gestión emocional y la resolución de problemas.
- Aburrimiento:
La curiosidad natural de un individuo puede conseguir el límite de la rutina como impulso de monotonía cuando los simples detalles y comportamientos resultan poco sorprendentes para la pareja.