Independientemente como canalice cada persona sus sentimientos, siempre drenarlos será una buena forma de mantenerse en la vida con menos estrés y frustración, ya que reprimir emociones y sentimientos es una carga que nos termina pesando fuertemente tarde o temprano, y en algún momento podemos colapsar.
Muchas veces, una forma de drenar los sentimientos y emociones que nos hacen daño o por algún motivo nos hacen sufrir es llorar, y eso esta permitido. Ciertas veces es correcto sentirse desprotegido luego de derramar algunas lágrimas, pero no es motivo suficiente para creer que tenemos que disculparnos por algo.

Llorar no sólo es completamente normal y saludable, sino que muchas veces significa que somos personas fuertes, seguras y con una gran resistencia. Debemos desprendernos de ese concepto de que llorar significa que está todo mal.
Aquí, presentamos algunos rasgos de personalidad de las personas que lloran:
- Alivia el estrés: En el año 1983, la Asociación Americana de Psicología llevo a cabo un estudio que demostró lo aliviadora que puede ser una sesión de llanto. Esto es porque luego de llorar nos liberamos de las presiones de las relaciones interpersonales y los problemas que nos hacen sentirnos aprisionados emocionalmente.
Cuando derramamos algunas lágrimas nos estamos desprendiendo de todo aquello que nos viene haciendo mal. Además, las lágrimas de emoción hacen que nuestro cuerpo libere endorfinas que luego nos harán sentir mucho mejor anímicamente.
- Muestran que no les afecta el qué dirán: Generalmente nos sentimos más vulnerables cuando lloramos porque nos ponemos a pensar cómo estamos quedando frente al otro. Sentimos que nos estamos exponiendo demasiado, que estamos dejando ver nuestros sentimientos más profundos.
La sociedad nos ha querido enseñar que mostrar nuestros aspectos negativos a los demás es algo malo, pero realmente no lo es. La naturaleza, por el contrario, ha demostrado la complejidad de nuestro ser y la necesidad de desahogarse de vez en cuando.
Está comprobado científicamente que las personas responden positivamente cuando ven a alguien llorando. Si bien puede que la persona al lado se sienta incómoda tendrá bien claro que priorizamos las emociones por sobre lo que dirán los demás.
- No nos molestan nuestros sentimientos: Uno puede llorar por diversos motivos. Desde alguna situación que nos causa dolor e incomodidad hasta algo más hormonal. Lo fundamental es saber que se está aceptando lo que sentimos y también estamos enfrentando las emociones. No luchar contra aquello que nos consterna puede derivar en graves problemas psicológicos a la larga.
- Llorar nos convierte en un mejor amigo: Hablamos de “bajar el escudo emocional”. Muchas veces ser el primero que llora en una situación es empujar al otro a hacer lo mismo si verdaderamente lo necesita.
- Llanto y enfermedad psicológica: Si se está atravesando una etapa en la cual llorar es algo demasiado usual y recurrente es preferible visitar a un terapeuta. Es completamente normal y saludable llorar de vez en cuando pero no lo es llorar todo el tiempo.

El llanto constante puede denotar una depresión latente o ataques de ansiedad, entre otras cosas. Por supuesto que esto es algo normal, algo que muchas personas atraviesan en sus vidas. Sin embargo, es importante saber que, de no buscar asistencia, de no ser tratado, puede derivar en actitudes de auto engaño y auto sufrimiento. Hay que estar atentos y abordar los problemas cuando sea necesario.