Para algunos hombres, el trabajo de entender a una mujer, resulta imposible. Mucho de ello se debe a que, ellas tienen la cualidad de cambiar de carácter en un segundo, decir no, cuando quieren decir que si y viceversa y, sobre todo, de decir cosas como si no supiesen la respuesta, solo para saber si mentimos.
Es complejo, lo sé, pero no imposible. Parte de esta “complicación femenina”, se haya en la falta de admitir las cosas que les causan placer. Es como si admitirlo, fuera pecado y una muestra de debilidad. Acá te van algunos ejemplos:
- Que les digan cuánto las desean, hace que la mujer se sienta con poder y control. Incluso, expresar lo mucho que quisiste tenerla en la cama, durante y después del sexo, es como música para sus oídos.
- Que le abracen por detrás, sin importar qué tan ocupada esté. Esta muestra de cariño es una de las preferidas por ellas.
- Cuando ya eres su pareja, el hecho de robarle un beso en momentos inesperado, le da cierta picardía a la relación. No está de más recordar los tiempos cuando empezaban a salir y aún no habías dado el primer beso.
- Las frases atrevidas en momentos inesperados o inapropiados, las avergüenzan muchísimo, pero detrás de toda esa pena, hay una satisfacción que solo ellas entienden.
- Pero no todo es deseo y tentación. Las mujeres aman que un hombre se inspire al decirles lo mucho que las aman de una manera romántica y detallada.
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