A veces es vulnerable. Es fuerte, no suele bajar la guardia y casi nunca la verás triste porque aprendió a no dejarse vencer, en su vida solo ha dejado entrar a las personas correctas y es consciente de lo que es. Puede parecer “fría” pero en realidad no lo es, de hecho muchas veces es vulnerable y siente dolor como cualquiera. Si bien el 99% del tiempo la verás con la frente en alto y la cabeza fría para tomar decisiones, a veces necesita desahogarse y un hombro para apoyarse.
Quiere encontrar el amor. Se siente satisfecha con su vida, pero eventualmente espera encontrar una persona que sea su compañero de vida, un hombre que la apoye en sus metas y con el que pueda compartir los momentos más importantes. No es que se muera por hacerlo y su vida no depende de eso, de hecho si no se da ella seguirá brillando, pero no se cierra a la oportunidad de conocer a la persona correcta.
No es fría, es cuidadosa. No es el tipo de chica que cuenta todos sus problemas y emociones de inmediato, pero eso no significa que no esté en contacto con sus sentimientos. Lo que pasa es que ella ha aprendido a lo largo de la vida que hay que saber muy bien cuándo y con quién compartir las emociones. No es que tenga la guardia en alto, sólo que es cuidadosa con ella misma. Ella tiene muchos sentimientos, simplemente no le gusta ponerlos en exposición para todo el mundo. A pesar de que para las personas no tan cercanas parece fría, en sus relaciones más íntimas esta chica es un osito de peluche.
No es temeraria, es valiente. Igual que todos, se muere de miedo ante lo desconocido, le cuesta tomar decisiones pero cuando las toma no hay marcha atrás, conoce sus límites y aún así es capaz de tomar riesgos, la asusta salir de su zona de confort pero aún así sale a la aventura. Ella tiene miedo pero eso no la detiene, toma al toro por las astas y enfrenta todas las situaciones que se le pongan al frente.
No es que ella haya nacido así, ella se hizo así. La fortaleza interna no siempre llega de manera natural. Es algo que se cultiva y se trabaja a lo largo de la vida. Una mujer fuerte quiere que sepas que su fuerza no es algo que le haya caído del cielo, es algo que ha forjado en el tiempo y a lo cual le ha dedicado muchos esfuerzos. No es algo fácil ser una mujer fuerte, de hecho ella ha tenido que luchar con un mundo que la quiere aplastar y que quiere que se conforme con los “roles femeninos”, pero ha vencido y se ha convertido en la persona que quiere ser. Ella es una mujer fuerte porque se levanta cada mañana con ganas de ganarle al día, porque cada vez que se cae se vuelve a levantar más convencida y porque se para frente a la vida con actitud y con ganas de ser la mejor versión de sí misma a diario.
Fuente: Corazón