Hay actitudes que, por ser tan cotidianas y comunes, no nos parecen trastornos. El asunto es que, para saber qué cosas se consideran trastornos psiquiátricos, debemos entender, qué es uno.
Se cataloga como trastorno psiquiátrico a toda enfermedad mental que afecte la conducta natural del ser humano y deba ser tratada por medio de medicamentos o terapias.
Entendiendo esto, veamos cuáles son esas 5 actitudes que entran dentro del marco de los trastornos psiquiátricos.
Trastornos psiquiátricos
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Pánico y agorafobia.
Aunque la depresión sea un trastorno psiquiátrico reconocido, no lo es la ansiedad, su pariente más cercano.
Muchas personas sufren de ansiedad si tan siquiera tratarse con un psiquiatra.
El asunto es que, una crisis de ansiedad, puede recaer en ataques de pánico que pueden llegar a afectar la cotidianidad de la persona.
Antes de llegar a ese punto, debería tratarse con un psiquiatra para mantener bajo control su ansiedad.
Por lo general, sino es avanzada, el psiquiatra le recomendará una vida más tranquila, dietas balanceadas y rutinas de relajación.
Al no poder controlarse, se vuelve un trastorno que debe tratarse por medio de medicación.
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Alcoholismo:
Cuando la persona se vuelve dependiente del alcohol, debe someterse a tratamientos para reponer, no solo su estado de salud corporal y niveles etílicos. La salud mental se ve gravemente perjudicada.
Se cataloga como uno de los Trastornos psiquiátricos más comunes y menos reconocidos como tal. La gente no reconoce como un problema psiquiátrico a la dependencia con el alcohol, pero cuando las consecuencias de esta alteran la conducta, la historia cambia.
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TDAH:
El Trastorno por Déficit de Atención es uno de los más raros trastornos psiquiátricos. Algunas personas lo padecen y no lo saben.
Se autocatalogan como muy extrovertidos y queda ahí.
Es hasta que el TDAH afecta el desarrollo de actividades cotidianas y realmente importantes, cuando la persona comienza considerar ir a un especialista.
Este se trata por medio de medicamentos y tratamientos para que serenan la mente.
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Obsesión compulsiva.
Hay muchos niveles de obsesión compulsiva, y quizá por eso algunas personas les cueste verlos como un trastorno mental.
Algunos lo catalogan como mera intensidad en la conducta.
La obsesión es peligrosa, tanto para la persona en sí misma como para quien se relaciona con ella.
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Trastorno antisocial de la personalidad.
La rebeldía a veces se vuelve un trastorno. Cuando la desobediencia social y la falta de reconocimiento de la dignidad y los derechos de los otros se sale de control, se debe considerar tener un trastorno.
La irritabilidad, crueldad y la ira desmedida, son alguno de los síntomas de este trastorno mental.