Hagamos esto un poco más fácil de digerir. Cada reflexión, se sacará de una frase, para que, de ese modo, si olvidas la explicación completa, puedas recordar al menos la frase y ponerla en práctica cada vez que te martille en el corazón, el amor no correspondido ¿Te parece bien? Pues vamos a ello.
“No llores porque ya se terminó… sonríe, porque sucedió”
Gabriel García Márquez.
Venga, que García ha estado siempre de moda. Verás, cada mala experiencia de la vida, tiene su razón de ser. Gabriel te invita a recordar lo bello que haya pasado, incluso si fue solo un beso, incluso si fue solo una declaración sin más. Recuerda eso y sonríe porque cumpliste con tu parte, no tendrás que cargar con la cruz del “Qué hubiera pasado sí…” Lamentarse por lo que no se dio, es llorar detrás de una puerta que nunca se va abrir. Limpia las lágrimas y sonríe, que algunos recuerdos son focos de luz en la oscuridad.
“Donde no puedas amar, pasa de largo”.
Nietzche.
“La esperanza es el peor de los males de los humanos, pues prolonga el tormento del hombre”. Para quienes conocen a Nietzche, saben que él no era un sujeto muy optimista, sin embargo, estas dos frases tienen verdad en cada letra. No apelemos al autoengaño para quedarnos donde no nos aman. Es fácil, si no te quieren en un lugar, muévete de ahí y no estorbes… ¿Fui grosero? Disculpa, pero supongo que estoy tratando con adultos, y si un adulto no reconoce que no a todo el que ame, le amará de vuelta, entonces hay que darle una sacudida para que ponga los pies en la tierra.
“Las lágrimas son la última sonrisa del amor”
Stendhal.
Mientras sigas llorando por un amor no correspondido, te privas de la oportunidad de conocer a uno que si te corresponda. Es matemática simple. No pierdas el tiempo y seca tus lágrimas para sonreírle a un nuevo futuro amor que si aprecie lo maravillosa persona que eres.
“El amor ausente se desvanece y uno nuevo toma su lugar”
Ovidio.
Para terminar y reafirmar la última idea, cada amor, ocupa un lugar en nuestra memoria y corazón. Saquemos aquello que estorba, eso que no nos corresponde, y tengamos dignidad para recibir al futuro con los brazos abierto, pues es ahí, donde un amor que sí vale la pena, nos espera.