Esto no es una ley, ni tampoco algo que deba seguirse al pie de la letra. Este artículo va dirigido para las personas que se mantienen enganchadas a su pasado aún cuando eso les hace daño. Aclaramos que no es una ley porque no todas las parejas terminan de mala manera y porque otras son extremadamente maduras y saben como entablar una relación de amistad luego de una ruptura.
Para los que eso de dejar el pasado atrás sin que les duela no se les hace tan fácil, les damos 4 razones que te impulsarán a querer caminar hacia el futuro y dejar a tu ex en el olvido de una vez por todas.
No sanarás.
La primera razón es más que obvia. Mientras sigamos tratando con nuestra expareja, la causa de la herida seguirá presente y esta nos impedirá que sanemos. Con el tiempo, te acostumbrarás a vivir con la idea de que aquella persona que te hace daño con su presencia, puede tener un trato contigo y eso es una forma de atentar contra la dignidad propia.
Cierras las puertas a nuevas posibilidades.
No solo cierras voluntariamente la posibilidad de querer amar a alguien más, sino que, desde la perspectiva de aquellos que quieren entrar en tu vida, resultará poco atractivo querer involucrarse con una persona que aún no supera su ex.
Dependerás de una ilusión.
La más común razón por la cual aún quieres seguir tratando con tu ex, es que muy dentro de ti te aferras a la ilusión de que en algún momento todo se solucionará y volverán a estar juntos. Pon los pies sobre la tierra y date cuenta de que a las cenizas hay que barrerlas luego de que se apagó la candela.
Tropezarás con la misma piedra.
Finalmente, en caso de que vuelvas con tu ex, ¿Qué te hace suponer que no cometerá el mismo error? ¿Su palabra? ¿Esa palabra que juró mantener al inicio de la relación pero que le importó un carajo e igual la rompió? No caigas en la necedad de tropezar con la misma roca una y otra vez, porque estarás sumiéndote en una relación tóxica antes de que te des cuenta.