El que diga que nunca ha idealizado a su novio o novia está, o mintiendo rotundamente, o exento de parejas en su historia. Puesto que el idealizar es casi un instinto en lo que respecta al amor.
Es totalmente normal el idealizar, tanto como lo es sentir celos, amar queriendo poseer y tener miedo a perder lo que se ama. Se podría decir que a pesar de que en exceso es malo, en sí mismo, el idealizar le da color al acto de amar.
Como cualquier cosa en exceso es mala, el idealizar también tiene sus consecuencias, así que ahora te traemos 4 motivos por los que deberías evitar idealizar a tu novio o novia.
Serás menos manipulable
Si idealizas demasiado a tu pareja, es probable que comiences a de cierta forma a admirar a dicha persona, a tenerla en un pedestal y considerar todo lo que venga de ella, algo mucho mejor de lo que tú puedes ofrecer.
Así mismo, esto se podría prestar para que aquella persona que idealizas comience a sacar provecho de esto, y a tratar de influir en tus decisiones, amistades, opiniones, etc. Lo que resultaría en una relación para nada sana.
Tu imagen podría correr peligro
Uno de los grandes peligros de idealizar por completo a tu pareja es que eventualmente al llenarla de todos estos adjetivos que la exaltan sobre toda otra cosa, podríamos llegar a sobrevaluar no solo su presencia, sino su opinión.
Es decir, si le das un montón de características a esta persona para engrandecerla, probablemente lo que esta piense, haga u opine se convertirá en algo muy importante para ti, especialmente si el juicio o la opinión te involucran.
Así que debes tener mucho cuidado con engrandecer demasiado a alguien que, para ser honestos, ni ostenta, ni necesita ostentar tales atributos, pues fueron todos puestos en esta persona por ti, al idealizarle.
En fin, sino quieres que una persona que no merece tanta relevancia cambie tu opinión sobre ti mismo/a entonces no idealices a tu pareja.
Evitarás decepciones
Este es otro gran motivo, al idealizar a tu pareja, le conviertes en alguien quizá distinto a lo que esa persona realmente es. Y es ahí donde empezarás a esperar que esa persona actúe como lo que tú crees que es.
La parte desafortunada del asunto, es que esa persona actuará como le es natural hacerlo, y nunca como tú esperarías que fuese, así que desde luego que habrá diferencias, sobre todo porque lo que tú crees que es, al ser idealizado, es muchísimo mejor de lo que humanamente cualquiera puede ser.
Es importante destacar también que nadie es totalmente perfecto, motivo por el cual es totalmente normal que las personas tengan sus defectos, y por lo tanto de vez en cuando cometan errores.
Serás menos dependiente
Si evitas idealizar a alguien, entonces te verás a ti mismo en la necesidad de resolver tus propios problemas, tomarás tus propias decisiones y actuarás como todo un individuo, puesto que esta es la forma en la que debe ser.
Al no idealizar a nadie, no estarás esperando a que tal o cual persona venga a solucionar algo que te incumbe, o a hacer algo por ti, antes de que tú mismo/a estés dispuesto a hacerlo.
Así reclamarás tú, la autoría sobre tu destino, y no estarás sujeto a nadie más para poder definir hacia dónde vas, y cómo piensas lograr tus objetivos.