En toda pareja, siempre hay conflictos y complicaciones. Eso es lo que se espera cuando una pareja se plantea el hacer juntos un proyecto en común. Lo importante es que, junto a tu pareja, sepan enfrentar esas complicaciones sin que el amor o el respeto se pierdan.
Sin embargo, hay veces en que uno de los miembros o ambos llegan a tener pensamientos muy irracionales o errados sobre cómo debe ser o no una relación de pareja. Estos pensamientos irracionales (distorsiones cognitivas) generan malestar, ira, celos, miedo y muchos conflictos que después resultan muy difíciles de manejar para los dos.
Te vamos a mostrar algunos de esos pensamientos errados, para que, cuando veas que tu pareja o tú mismo o tu misma lleguen a decir algunos de ellos, ¡sepas identificarlos y decirles STOP!
a) PERSONALIZACIÓN: “Por mi culpa, mi novio/a es infeliz”. Es ese pensamiento que te pone como el responsable de todo lo que sucede. Es cuando TU PERSONA se convierte en la responsable de las cosas buenas o malas que hay en tu relación. ¡Recuerda que no eres responsable de todo lo que pasa!
b) VISIÓN CATASTRÓFICA: “No me responde a las llamadas. ¿Será que está con otro/a?”. ¡No todo es tan malo como lo crees! Si llegas a tener este pensamiento, ponle un parado, ¡porque solo aumentara tu ansiedad y tu temor a que te lastimen!
c) FALACIA DEL CAMBIO: “Si nos vamos a vivir juntos, él/ella cambiará”. Recuerda que nadie cambia a nadie. Tu pareja solo cambiara el día que él o ella decida que quiere cambiar.
d) INFERENCIA ARBITRARIA: “No me llevó a la fiesta, así que seguro estará con otro/a”. A veces, creemos algunas cosas solo por lo que suponemos. Recuerda que una relación no se basa en los supuestos. Todo lo que creas, también tiene que tener pruebas.
Es importante saber que en toda relación siempre habrá conflictos. No olvides que lo importante es comunicarnos. Comunicarnos y confiar. ¡Atrévete a confiar!