Un psicólogo acaba de revelar cuáles son los tres (3) tipos de mujeres que aman romper hogares sin razón y remedio alguno, a continuación, la descripción de cada una de ellas:
La amante tradicional: Este tipo de mujeres es sumamente competitiva y no siente atracción por lo que no tiene dueño; ella quiere solo lo que otros tienen.
Esta es la forma de amante más común que hay, constituido por mujeres generalmente sofisticadas e inteligentes, que no quieren compromiso.
Este tipo de mujeres es la típica amiga súper independiente, con una buena carrera o trabajo, que no cree en la familia y que no ‘está para lavarle la ropa interior a ningún hombre’.
Esta mujer sabe perfectamente que existe la esposa, y por lo general es quien comenzó la situación de seducción con el hombre. Sabe cómo obtener lo que quiere, pero no sabe cómo ser feliz.
Ellas no quieren sufrir, por eso no quieren amar y solamente usan a esos hombres por regalos, dinero e intimidad. Sin embargo, ella sabe que el hombre que robó no la ama y que nunca va a dejar a su esposa por ella, y eso la hace sufrir.La ‘del plan b’: No todas las mujeres en esta categoría están enteradas de que el hombre con el que quieren algo está comprometido con alguien más. Sin embargo, si lo está, cuando se enteran, no les importa.
Saben que algo está mal porque un hombre comprometido muestra señales que son obvias: no está siempre disponible, es obvio que tiene secretos, odia ser interrogado, no hace planes a futuro y no involucra sus sentimientos.
Estas mujeres por lo general han tratado de enamorarse y de tener sus propias familias, pero no les ha ido bien. Sienten que la vida se les pasa y no quieren estar solas.
La diferencia con el primer tipo de mujeres, es que éstas sí suelen involucrar sentimientos y cuando se enteran de que están compartiendo a su hombre con otra mujer (si es que aún no lo sabían), tratarán de hacer lo que sea para quedarse con ese hombre.
Sus propias inseguridades y fracasos anteriores las convierten en mujeres obsesivas, que no saben retirarse así nomás, aunque solo sea por el placer de ‘haber ganado’. Estas mujeres, por lo general, se obsesionan con la esposa y no con el hombre.
Quieren ser capaces de lograr lo que ‘ésa’ logró, solo para probar su propio valor. Por lo general no se enamoran, pero se convencen de que sí lo están, y cuando consiguen separarlos, pierden el interés completamente.
La que solo busca pasión: No quieren compromiso, no creen en el amor, pero disfrutan del sexo. Un hombre casado suena como la mejor opción con la que ellas pueden contar; les da más seguridad que el hombre que pueden encontrar en un bar, pero no les quita la libertad.
Como en el primer caso, este tipo de mujeres huye del compromiso y ama la libertad más que a ellas mismas. Tratan a su amante como a un objeto que les sirve para suplir sus necesidades fisiológicas de tener intimidad con alguien.
Este tipo de mujeres es solo problemas porque por lo general, actúan más como los hombres que como las mujeres, están desconectadas de sus emociones casi completamente y suelen tener más de un amante. Su falta de emociones las convierte en un reto y, a la mayoría de los hombres, les encantan los desafíos.