Primero que nada, aclaremos esto, no es lo mismo sentirse vacíos, que estar solo. La soledad puede ser beneficiosa en muchas formas, mientras que la sensación de vacío, aporta un malestar espiritual que nos hace sentirnos distanciado de cualquier persona, incluso, cuando nos rodean nuestros amigos y familiares. Al tener esa sensación de vacío, debes evitar la toma de decisiones por lo siguiente:
- Arrepentimiento: Hay plena seguridad de que luego de haber tomado una decisión, te arrepientas de haberlo hecho. Esto se debe a que tu acción fue dirigida por un sentimiento de tristeza y vacío, en vez de por la necesidad y el deseo.
- Atentas contra tu dignidad: Tomar decisiones apresuradas, es una falta de consideración de amor propio. De hecho, la sensación de vacío ocurre cuando no encontramos, dentro de nosotros, una razón suficientemente grande, para sentirnos llenos. Las decisiones apresuradas son consecuencia de una falta de estima al “Qué puede pasar sí…”. No tener en cuenta eso, es un descuido. Una cosa es arriesgarse y otra cosa es tomar decisiones por descuido de nuestras emociones.
- Todo parece ser en nombre del amor: Lo peor de las decisiones con el alma vacía, es que nos hacen ver amor en todas partes. Cualquier persona que se nos acerque, parece ser el indicado, el que merece nuestra alma vacía y al que, por fin, podremos entregar un pedazo de nuestro ser. Cuando te das cuenta que la decisión apresurada de amar te ha hecho escoger un idiota que se aprovechó de tu falta de amor propio, te sentirás aún más vacía y desecha.
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