Las flechas de cupidos a veces vienen un poco torcidas. Existen una enorme cantidad de enfermedades del amor, y estas tres, son unas de las menos comunes. Ninguna posee una razón particular de ser, la mayoría, surge por trastornos emocionales como la depresión, obsesión compulsiva, traumas en la infancia y más.
Síndrome de Cyrano.
Las personas con este síndrome, no pueden declarar su amor. Suelen buscar la felicidad en la de su “amor platónico” y transfiere todo tipo de satisfacciones, al éxito ajeno de la persona que ama. Disfruta a través del otro en un intento de defensa propia por nunca revelar que está enamorado. Es una especie de fobia a declarar el amor que se tiene por otra persona.
Su nombre se debe a un poeta del siglo XVII el cual escribió una tragicomedia basada en su propia vida, en la cual estaba enamorada de su propia prima y porque se autoconsideraba como poco apuesto, por lo cual nunca tuvo la valía para declarar su amor.
Fobia al sexo.
Esta fobia puede deberse a algún tipo de trauma o trastorno emocional generado en la infancia, ya sea por un intento de violación o por una experiencia accidental cercana con el sexo. Existen muchos tipos de fobias al sexo, las más comunes son la gimnofobia, o el miedo a la desnudez frente al otro, y la genofobia, que se produce por una alta acumulación de estrés durante el sexo por miedos a embarazos no deseados, ser descubiertos, no poder satisfacer a la pareja y más.
Amor disociado.
Este se da en los hombres las mayorías de las veces, y es caracterizado por la incapacidad de “amar” a una sola persona. Las personas de amor disociado, dividen a sus amantes en dos grupos: A las personas a las que pueden supuestamente amar de manera pura, y a las que puede ver solo para el placer sexual. Ambos grupos están constituidos por varias amantes y, obviamente, no tiene la capacidad de amar realmente, a ninguna de las mujeres en dichos grupos.