Cuando una mujer es madura, los problemas que tiene a su alrededor para ella son muy fáciles de resolver, aunque no parezca ellas son muy hábiles en resolver los problemas y más cuando se trata de los problemas con su pareja. Aquí te mostraremos cómo una mujer madura se desarrolla en esos términos:
Espera a tranquilizarse para hablar
Tiene control de sus emociones. Está consciente de que es un momento de furia y que puede decir cosas que no piensa y siente. Prefiere esperar, alejarse algunas horas, calmarse y luego hablar.
No da por hecho cosas que no le constan
No le gusta crear escenarios. Sabe que es normal sentir celos, pero sólo si son realmente fundamentados. Pregunta antes de reclamar.
Escucha con atención y respeto
Puede estar muy enojada, tener muchas ideas en la cabeza, incluso puede tener razón. Pero ante todo escucha. Entiende que en todo conflicto existen dos partes. La suya, es sólo una versión y si quiere comprender todo necesita ambas versiones para saber lo que realmente paso. Pone siempre su atención en escuchar para solucionar el problema.
No manipula con llanto
No rompen en llanto esperando que su pareja se sienta mal por la mala situación que está viviendo. Una mujer madura sabe que eso es un chantaje y no está dispuesta a hacerlo.
Entiende que los berrinches son cosa de adolescentes
Bloquearlo de WhatsApp o Facebook para castigarlo es algo absurdo, eso nunca estará en sus planes. No se siente orgullosa de manipular exagerando la situación sólo para obtener lo que quiere.
Sabe que no sólo ella tiene que resolver el problema
Ella es consciente de que una relación está conformada por dos personas, así que son los dos los que tienen que resolver el conflicto. Tiene bien en claro que no es la salvadora ni la heroína del cuento, como él tampoco.
Puede reconocer que se equivocó
Aunque le cueste admitirlo, lo hace. Sabe que no es perfecta y que se equivoca y que tiene que responsabilizarse por los errores que comete.
Sabe que el otro no es adivino
Ella cuando no le gusta algo lo dice muy claro. Sabe que de esta manera puede su pareja mostrarle apoyo en lo que necesita y ayudarla cuando no se encuentre bien. Entiende que nadie es adivino y aunque a ella le parezca obvio, puede que su pareja lo desconozca por completo.
Perdona de verdad
Si se encuentra dispuesta a perdonar, lo hará muy en serio. Porque si no es así, ella termina la relación. Sabe que de nada sirve disculpar si lo hará sólo como un paliativo o un error que chantajeará a su pareja.
Comprende que hay cosas que no pueden resolverse
Sabe cuándo una relación no da para más, que a pesar de todo el esfuerzo las cosas no se solucionan. A ella no le gusta estar dando vueltas en algo que no tiene ningún futuro, ni siquiera un presente. Por lo que, si algo no tiene remedio, es mejor no aferrarse y continuar adelante.
Puede sonar extraño cuando decimos “mujer madura”. Más que todo cuando la madurez es entendida como soberbia o falsa humildad. Sin embargo, esto sólo se trata de un término con el que puede designarse a alguien que lleva sus relaciones de manera inteligente y con amor, que se conoce a sí misma y está dispuesta a conocer a la otra persona. La madurez no es una cuestión de edad, sino de actitud ante la vida, ante sí misma y ante los demás.