Si has comenzado una relación y te preocupa que la cosa funciones, asegúrate de no cometer errores tan comunes como:
- Idealizar a tu pareja.
- Intentar cambiarla.
- Presumirla en cualquier red social.
Como ya sabemos, las relaciones, por lo general son complejas. Y si hablamos de relaciones amorosas son aún más todavía, pues ya sabemos cuan difíciles son. Pues no es fácil encontrar a una persona que nos guste, nos haga sentir bien y que éste sienta lo mismo.
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Es por ello, que cuando se empieza a salir con alguien se intenta hacer todo lo posible para que funcione. Sin embargo, se pueden cometer algunos errores, aquí te presentamos los más comunes:
- Ir demasiado rápido: Si te enamoraste perdidamente de tu nueva pareja, no debes exigirle que sienta lo mismo comenzando la relación, recuerda que el amor no se obliga. Cada persona es un mundo y necesita su tiempo. No intentes forzar las cosas porque si vas a ritmos diferentes, alguien se terminará agobiando. Lo mismo ocurre con lo de irse a vivir juntos, conocer a sus padres o hacer planes de futuro cuando apenas se conocen. No precipiten las cosas.
- Ir demasiado despacio: Puede que no quieras parecer ansiosa y decidas ignorar a la persona que te gusta, que te hagas la fría o que dejes que sea el otro el que haga el trabajo. Actuar así es un error. Si no demuestras que estás interesada en la otra persona lo suficiente, tal vez ésta de un paso atrás. La clave está en el equilibrio.
- Olvidarte de ti misma: Es normal que cuando empiezas una relación con alguien, gran parte de tu tiempo lo dediques pensando en él, y satisfaciendo sus deseos, aunque esto no debe hacer que te olvides de ti misma. Es peligroso que creas que toda tu felicidad y plenitud depende completamente de tu pareja. No renuncies a tu independencia ni a tu intimidad. Un poco de espacio para uno mismo siempre viene bien, aunque puedas hacer muchas cosas a su lado.
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- Demasiada información: Ser un libro abierto desde el primer momento sea probablemente el mayor error en estos casos. Está claro que la sinceridad, la confianza y una buena comunicación deben ser las bases de cualquier relación. Sin embrago, es recomendable que al comenzar una relación, dejar algo de espacio al misterio, para que el interés de la pareja no decaiga. No hace falta que le cuentes toda tu vida en la primera cita.
- ¿Quieres que cambie?: Si quieres cambiar a tu pareja, por el motivo que sea: personalidad, forma de vestir, aspecto, etc. Es que realmente no te sientes cómoda con ella y no termina de agradarte. Uno de los pasos más importantes al empezar una relación es aceptar que la otra persona es diferente a nosotros.
- Idealizar la relación: Deja de idealizar el amor, sobre todo cuando inicies una relación. Es mucho más recomendable que seas realista, que mantengas los pies en la tierra, que disfrutes del presente y que valores a la persona con la que estás tal y como es, porque si no será muy difícil que alguien cumpla con esas expectativas que te has puesto.
- Estar a la defensiva: La confianza y el respeto son dos pilares fundamentales de cualquier relación. Puede que estés a la defensiva por tus anteriores fracasos en el amor, o porque tienes una gran dependencia emocional y no quieres que te hagan daño. Sea como sea, intenta ser positiva, pensar con la cabeza fría y no tomarte las cosas tan a pecho.
- Querer controlarlo todo: No, no puedes controlarlo todo. Cuanto antes lo asumas mejor te irá. No puedes controlar el tiempo, ni cómo se comporta tu pareja, ni qué hace cuando no está contigo, ni con quién se relaciona. Relájate y no invadas su espacio, al fin y al cabo, a ti tampoco te gusta que alguien esté constantemente pendiente de ti y que decida lo que haces.
- Presumir en las redes sociales: Muchos estudios aseguran que las parejas más felices son aquellas que apenas publican sus aventuras amorosas en las redes sociales, ya que no necesitan de la aprobación de nadie. Si acabas de empezar una relación, no hay necesidad de pregonar tu nuevo amor por las redes sociales, demuéstraselo mejor en persona. Todo tiene su tiempo, y así evitarás adelantarte a los acontecimientos o que tu pareja se lleve una impresión equivocada.
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- Poner etiquetas: Deja que el tiempo haga su trabajo, no fuerces las cosas y no intentes ponerle nombre a lo que tienen, porque cada relación es distinta y así evitarás algún que otro malentendido. Eso sí, no olvides decir cómo te sientes.