Vete, cuando no seas la primera opción, cuando no seas prioridad.

510

En la vida hay amores que nos desgastan, que si nos quedamos allí estancadas y plantadas, nos perdemos a nosotras mismas.

Y, es entonces cuando una parte de nosotras se torna oscura, y por más que luchemos para que esa parte desaparezca, al final siempre terminamos regresando y cediendo a esa parte tóxica que contamina nuestra vida.

Y es que es una especie de nicotina, que entra hasta lo más profundo y creemos necesitar para respirar. Y es que en el fondo sabemos que estar al lado de esa persona que nos hace tanto daño, por alguna incompresible razón, termina siendo como una droga que nos calma, que nos hace olvidar que todo está bien, pero al final duele.

Duele porque no importa qué tanto pongamos de nuestra parte, una relación tóxica, parece que nunca es suficiente, sentimos que no somos suficiente para robar su mirada y su corazón.

Ads

Hemos puesto nuestro corazón a prueba, a desgarrar nuestra alma, rompernos y volvernos a levantar por un hombre que no apuesta por nosotras. Por un hombre que de vez en cuando nos da un espacio en su agenda, por un hombre que se entiende más con nuestro cuerpo que con nosotras como persona, con un hombre que no se da cuenta si pasamos llorando la noche.

El tiempo se nos va en un amor no correspondido, en ser la segunda opción. Y, salir de este agujero no es fácil, no es sencillo soltar eso que por más débil que sea lo que nos sostenga, por lo menos sentimos que tenemos de donde agarrarnos, aunque en realidad estemos en el aire, sin nada que nos sostenga. Simplemente, nos da pánico dejar todo atrás y comenzar desde cero.

Pero, tenemos que entender que el amor no se forza. No somos su primera opción, porque no le interesamos.

Es tiempo de que demos vuelta a la página, no necesitamos amor, nosotras mismas somos amor, es la única manera para atraer a la persona indicada. Solo nosotras sabemos lo que sentimos, lloramos si es necesario y abrazamos el dolor, que tarde o temprano todo va a sanar.

Ads

Notaremos que es mejor vivir algunas noches con dolor, que una vida a su lado.