La escogencia de la pareja, va a depender directamente de cómo te veas y te sientas interiormente. Atraemos lo que somos. Buscamos a una persona que comparta nuestra vida, pero en ocasiones no tenemos buen atino al hacerlo.
Todo parte por el sentido de merecimiento. Todo aquello que creas que merezcas en tu vida, eso es lo que atraerás. Si partimos por el principio, que toda persona merece alguien que lo ame, tenemos que empezar por amarnos nosotros mismos.
Como todo proceso, la escogencia de la pareja empieza por percibir, que cosas tenemos en común y en cuales características diferimos, es un periodo de tiempo que necesitamos para conocer, a quien tenemos a nuestro lado y si en realidad nos identificamos con ella.
Empieza por aceptarte interiormente y asumir tus fortalezas y debilidades, pero debes saber, que siempre mereces a alguien que tenga el poder de sacarte siempre una sonrisa. Mereces a alguien que tome tu mano en los momentos difíciles y en los que no lo son. Aquella que siempre tenga un consejo que darte y ser parte de tu vida, aun aceptando tus pequeños defectos.
Una relación es dar y recibir, es compartir juntos la locura de vivir y los procesos que ella contiene. Mereces ser amada y respetada, porque eres única, valiosa y porque te amas tanto, que reconoces tu gran potencial y sabes que eres una triunfadora.
Vive siempre con la visión que tosas las experiencias de la vida te servirán de aprendizaje y re enseñaran a tener éxito en lo que emprendas.
Una gran triunfadora y una guerrera, tendrá siempre a su lado a un compañero que este a su altura. No mereces nada menos. Recuerda que el gran poder radica en ti, en tu interior. Mereces todo lo mejor que el mundo quiera darte.
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