Si es primera vez que oyes el concepto de síndrome de desgaste por empatía, te ponemos en sobre aviso en cuanto a que se trata de una enfermedad que, incluso los psicólogos, padecen.
La empatía es la cualidad de ponerse en los zapatos de otra persona. De esta forma, dar consejos y sentir realmente lo que la otra persona vive, es mejor, pero al mismo tiempo, tiene un riesgo.
El riesgo de la empatía es que se salga de control y terminemos desgastándonos.
A este desgaste se le conoce como un síndrome: El síndrome de desgaste por empatía.
¿Qué es el síndrome de desgaste por empatía?
Desde hace algunos años, el término burnout, ha sido usado para referirse a las personas desgastadas por el estrés.
El agotamiento mental y físico, llena de estrés a las personas y las desgastas.
En dicho caso, son las acciones propias del paciente las causantes de su problema de estrés.
Caso contrario pasa con el síndrome de desgaste por empatía.
Acá, la principal causa, es llevar los problemas de otra persona sobre sus hombros.
Profesionales de la salud con una alta empatía, sufren muy a menudo este problema. La fatiga por compasión, como la denominó Chales Figley, psicólogo que propuso el nombre, es una consecuencia del “residuo emocional” a causa del trato directo con personas afectadas por situaciones traumáticas.
Una vez entendido qué es el síndrome de desgaste por empatía, veamos sus síntomas.
Síntomas del síndrome de desgaste por empatía.
- Reexperimentación: Se trata de un conflicto generado en la mente que nos impulsa a resolver un conflicto. En este caso, dicho conflicto no es propio, sino ajeno. Sentimos una enorme necesidad de resolver los problemas de otra persona como si fueran nuestros.
- Evitación: El estrés se acumula de a poco. Hace falta una gran inteligencia emocional para evitar caer en este síndrome. La evitación se basa en evitar lugares, personas o momentos que nos puedan recordar ese hecho traumático de la otra persona. Por ejemplo: Un bombero que sufre de este síndrome, evitará ir al lugar donde atendió algún tipo de desastre o incendio que resultó traumaste para los afectados. Hacerlo, implicaría irritabilidad, angustia y ataques de pánico y estrés.
- Hiperactivación: Finalmente, la falta de sueño, fatiga, vergüenza ajena y culpabilidad, son otros sentimientos propios que se padecen al sufrir este síndrome.